Una de cada diez farmacias, en peligro, leo en la prensa económica de hoy. Lo siento por los farmacéuticos que pueden ver truncada su carrera profesional, económica y social. Pero no será una catástrofe social. En muchas de nuestras ciudades, tendremos que caminar 200 metros más para encontrar otro establecimiento de farmacia. Sobreviviremos. Quizás haya algún problema de desabastecimiento. Bueno, tendremos que revisar nuestro modelo de compras de medicinas. También sobreviviremos. Hace no muchos años, encontrar una farmacia de guardia un domingo o por la noche era una odisea. Bueno, que los viejos del lugar nos expliquen cómo lo hacían.
Bienvenida sea la crisis de la financiación de la sanidad pública, si sirve para que las farmacias adapten su modelo de negocio. Muchas ya lo han hecho: perfumería, parafarmacia, óptica,…: pequeños supermercados de muchas cosas. Ahora puede venir otra etapa: del farmacéutico expendedor de medicinas, al asesor de salud del cliente. Y más, que la imaginación no tiene límite. ¿Les enseñarán también esto en las Facultades de Farmacia?
En la farmacia más próxima a mi casa, hace ya muchos meses que se puede ver un letrero anunciando a los clientes que los recortes de presupuesto público perjudican a las farmacias y, por tanto, perjudican a nuestra salud. Como primer argumento defensivo, vale. No dio resultado. Sigamos buscando.
Lamento mucho que personas con su prestigio se atrevan a opinar sin conocer los diferentes enfoques de la situación.
La Farmacia como negocio no es preciso que ud. me aconseje lo que tengo que hacer, pués hace mucho tiempo que todas esas medidas que ud. comenta, ya las estoy intentando desarrollar (Y alguna idea más que yo le podría dar, para su próximo comentario).
Lo que más me molesta de su comentario es que una personalidad como ud.(no se que intenciones puede tener) SE TOME UN POCO A LA LIGERA EL PROBLEMA DE LOS IMPAGOS. Ya que ud. estos impagos los afronta desde un punto de vista equivocado, EL PROBLEMA ES QUE LA ADMINISTRACION HA DEJADO DE FINANCIAR LOS MEDICAMENTOS DE LOS CIUDADANOS, y el que está financiando estos medicamentos es un profesional que no tiene ninguna obligación legal.
El problema, señor; es que se da prioridad a otros compromisos de las Administraciones, y se prefiere destinar el poco dinero que tienen a cubrir otros gastos (LA SANIDAD DE LOS CIUDADANOS HA DEJADO DE SER PRIORITARIA) y todo esto ocurre sin que el ciudadano haya notado un desasbastecimiento real.
En el modelo de Farmacia que ud. defiende (por lo que le intuyo), ¿que hubiese ocurrido si se les obligara a dispensar el medicamento sin cobrar?
La respuesta es muy sencilla, BAJARÍAN PERSIANAS, no darían ni un paracetamol.
Por otra parte, usted vive en una ciudad y no le importará recorrer 200 m más para ACCEDER A SU MEDICACIÓN, pero se ve que en SU CONCEPTO DE SANIDAD PUBLICA no caben las personas de los municipios pequeños.
Le podría seguir corrigiendo pero se haría m,uy largo y muchas cosas ya se las han contestado otros compañeros
Buenos días:
La verdad es que hace tiempo que he leído alguno de sus libros y me parecieron interesantes sus aportaciones en economía, pero por alguna causa anda usted despistado en estos momentos. El problema en la farmacia es que no se le paga desde la Administración Pública y aún así la población no sufre desabastecimiento gracias a que el farmacéutico no sólo ha invertido su patrimonio en la compra de medicamentos, si no que también se ha endeudado mucha más allá de lo razonable. Creo que sería interesante que a usted no le pagasen el salario de 4 años, además le obligasen a trabajar y por si fuera poco que le obligasen a hipotecarse por otros tantos años. Seguro que no le parecería una situación agradable. En este caso concreto, se está produciendo un abuso por la ley que obliga a dispensar incluso en aquellas situaciones que debido al impago de varios meses, han llevado al farmacéutico a una situación insostenible. Creo además que desconoce realmente lo que se hace desde una oficina de farmacia y se ha quedado en un tópico, que en algún caso se podría dar, pero que no es lo general de la profesión. Es una pena que usted como profesor, no haya sentido el suficiente interés para profundizar en la realidad de los profesionales farmacéuticos que lo están pasando francamente mal y siguen haciendo su trabajo lo mejor que pueden y falto de toda caridad prácticamente les ha dicho en su blog «que les zurzan». Me ha decepcionado, pues le tenía en cierta estima tras haber leído algunos de sus libros. Si tiene algún interés le podría explicar exactamente a qué se dedican los farmacéuticos que ejercen en una oficina de farmacia y así evita generalizar con su perjuicios personales y poco objetivos.
Atentamente,
Manuel Sánchez
Observo con desconsuelo que usted tampoco sabe diferenciar entre un negocio que fracasa a causa del acomodamiento y la mala gestión, y un negocio que fracasa como consecuencia de los impagos reiterados de un cliente al que factura dos tercios de sus ventas y al que tiene que seguir vendiendo por imperativo legal. Y firma usted bajo el sellito de IESE. Aquí no se salva nadie del desastre
La mayoría de las farmacias ya tienen esos servicios que describes, y muchos más que van a incorporar, puesto que la venta de medicamentos no da ya mucho margen y con la problemática de la deuda, es ya insostenible.
Las peculiaridades de una oficina de farmacia, van más allá de lo que expones, y principalmente son un servicio sanitario más de atención al ciudadano..
Ha tenido sus ventajas y ahora tienen todos los inconvenientes, no pueden ni cerrar y con obligación legal de dispensar (jaa, dispensar deuda), entre muchas y el patrimonio del titular tambaleándose.. ya veremos cuantos sobreviven si ésto persiste, y el paro superando los 5 !!
La industria y distribución farmacéutica mueve más de lo que creemos.. hay laboratorios que ya han cerrado instalaciones en España por no resultar rentables..
Creo éste NO es el camino para un cambio..y deberías pasarte por una Facultad de Farmacia.. son algo más que puros mercaderes !
Saludos!
Antonio, amigo: El mundo real también está en los pueblos, no sólo debajo de un edificio de 20 pisos. Allí es donde más trascendencia tiene nuestro servicio: en muchos de estos lugares es ya el único escaparate que queda, no digamos ya el único servicio sanitario. Así lo dispuso la Administración, planificando el servicio farmacéutico para que las farmacias no estuvieran sólo en las proximidades de los centros prescriptores. No es justo aplicar las leyes del mercado a quien no puede defenderse con la misma moneda: no podemos variar margen, ni precio. Y encima no cobramos según pactos acordados. Pacta sunt servanda?
Aparte de todo, un fuerte abrazo.
Muy buen artículo, sí señor. Su conclusión es clara, nada es imprescindible y a nada se tiene derecho. Resulta cuirioso que el modelo se tambalea por algo tan nimio que es que NO SE PAGA a las farmacias por su labor y se les EXIGE seguir dispensando medicamentos. Mañana haremos el mismo experimento con el autor del artículo, le tendremos 5 meses sin cobrar, pero le exigiremos ir como siempre al trabajo, pero con la adenda de que ahora va a pagar por ir a trabajar. Cuando tras 5 meses le hayaños agotado sus ahorros y su modelo de vida, le diremos que hay cientos deseando ocupar su sitio, y a otra cosa mariposa. Si se va del tabajo nadie le va a echar de menos en el, ni en el barrio cuando le deshauciemos. Hay otros más, ya le digo, para sustituirle.