Se queja Diario Responsable de que «las leyes danesas de RSE no mejoran la calidad de los informes de sostenibilidad» (ver aquí). Vale. Pero, ¿de qué se trata de que las empresas cumplan, o solo de que informen?
«Además, dice la noticia, más del 40 por ciento de las empresas siguió sin informar sobre las cuestiones sociales y ambientales que fueron planteadas por los medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales o inversores». Pero, ¿hablamos de diálogo con los stakeholders, o de hacer lo que ellos pidan?
Más adelante, la noticia acaba de desvelar el objetivo de los autores del estudio: «este tipo de normativa suave no es suficiente para afrontar los problemas sociales y medioambientales provocados por los impactos de las empresas (…) por lo que [el protavoz] puso énfasis en la obligatoriedad en la elaboración de las memorias de sostenibilidad». Nótese que no dice que sea obligatorio ser responsable, sino elaborar las memorias. ¿Es esto lo que pretende la RSE? Al final, vamos a conseguir hacerla odiosa…