¡Feliz Navidad!

Llevo varios días diciéndome: tienes que felicitar la Navidad a los que siguen tu blog. Y aquí estoy.

Primero, debo daros las gracias por vuestro seguimiento y por vuestros comentarios. Apenas contesto a alguno, no porque no lea lo que decís, ni porque no me interesen vuestros textos, ni porque no aprenda mucho de todos. Seguramente es porque no quiero engancharme en los mil detalles pequeños (y grandes) que me sugieren vuestros textos. Pero gracias a todos.

Luego, obviamente, debo felicitaros por la Navidad. Y como no todos tendréis las mismas creencias religiosas que yo, y como la Navidad es una fiesta cristiana, me parecía que una buena manera de felicitaros era transmitiros la idea de lo que estas fiestas son para un católico que quiere tomarse en serio su religión. Lo que la religión católica nos dice es que en un día como este, Dios vino al mundo. Siempre había estado en él, claro, porque lo había creado y porque lo amaba: por decirlo así, se sentía a gusto, feliz en él, aunque, claro, había muchas cosas que no le parecían tan buenas. Pero un día decidió compartir la vida de los hombres, y se hizo hombre, nacido de una mujer, como todos,… para ayudar a todos los hombres a descubrir el sentido profundo de su vida, y para que supiésemos cómo podíamos hacer de este mundo un cielo en la tierra. Eso es la Navidad.

Y la consecuencia es que, a partir de ese día, todo aquí es diferente. Porque nuestra vida es, de algún modo, la vida de Dios; por lo menos no es muy diferente de la que él llevó en Palestina, hace veinte siglos; y porque nuestras culturas son también las suyas; porque todos los hombres somos sus hijos, y sus hermanos, y sus amigos. De modo que a los cristianos nos parece que nos hemos de tomar muy en serio este mundo, nuestra historia, nuestros problemas, nuestras instituciones, nuestras relaciones sociales,… El día siguiente del nacimiento de Jesús, la vida seguía igual, pero… ya nada iba a ser igual. Si queréis, esto es lo que explica que hace casi un año empezase a escribir este blog.

Por eso, en una fiesta como la Navidad, pido a Dios porque cada uno de vosotros, creyente o no, descubra que su vida, la tuya y la mía, tienen un significado eterno. Y os deseo una feliz Navidad, prolongada todos y cada uno de los días de vuestra vida. Con paro, con enfermedades, con tragedias: porque también hemos de entender que aquel Niño que nació hace veinte siglos no vino a hacernos la vida cómoda, sino feliz. Que no es lo mismo.

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2 thoughts on “¡Feliz Navidad!

  1. Profesor Argandoña, gracias por su contribución recordando de nuevo el significado de la Navidad. Nunca deberiamos dejar de recordar nuestra razón de ser, es una tarea continua y persistente, traer al presente el significado de la Navidad es un ejercicio de renovación y preparación que situa el ancla en estos días previos, luego todo pasa pero lo que queda es aquello que realmente tiene un significado en nuestras vidas.

  2. Muy bonito!
    Me alegra que también hables de esto, porque en el fondo es (lo) importante.
    Esta crisis esta en los planes de Dios, y con su ayuda y nuestro trabajo bien hecho nos toca resolverla.
    Feliz Navidad!

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