Continúo mi post anterior, en el que afirmaba que parece que no estamos tan mal. Ahora quiero fijarme en el futuro.
Somos más pobres. Desde su máximo a finales de 2007, el IBEX35 ha caído alrededor de un 47%. Sí, ya sé que esto no quiere decir gran cosa, pero al menos nos da una idea de que ha caído la capacidad de producir en este país. La riqueza financiera es mucho menor, y la vivienda, otro gran componente de nuestro patrimonio, también se ha devaluado. Somos deudores netos del resto del mundo, en una cifra de alrededor del 90% del PIB. Somos más pobres.
Menos riqueza significa menos capacidad de generar rentas, o sea, de generar PIB. Por tanto, podemos crecer menos. Tenemos un capital físico imponente, pero poco productivo: nuestro stock de casas no va a generar mucho rendimiento futuro, nuestro capital humano se está enmoheciendo en el paro, y nuestras empresas no tienen la capacidad de producir de hace tres años. Si podemos generar menos rentas futuras, nuestra renta permanente -la renta que una familia espera disfrutar en los próximos, muchos, años- no es tan alta como lo que pensábamos. Hemos de reducir nuestro nivel de vida.
Y esto genera varios problemas. Uno: la distribución de ese nivel de vida va a ser muy irregular. La familia de parados con una vivienda que no puede pagar va a perder estándar de vida, y mucho (ya lo está perdiendo); otras no se encontrarán con ese problema. El conflicto está servido, si la sociedad española no es capaz de revivir su solidaridad.
Otro problema: nuestra riqueza y nuestra capacidad de generar rentas no está bien situada. Muchas familias tienen una casa «demasiado cara», pero no se la pueden quitar de encima. Esto compromete un porcentaje demasiado alto de su renta en pago de hipotecas mensuales. Nuestro bancos tienen demasiado dinero en hipotecas poco solventes o en inmuebles de valor decreciente. Y no es fácil quitarse esto de encima.
De esto saco una conclusión. Solucionar cuanto antes el problema del sistema financiero, flexibilizar el mercado inmobiliario y facilitar que las empresas se pueden quitar de encima los activos que no desean son magníficos instrumentos para ponernos a todos en condiciones de volver a hacer cosas productivas.
ufff
De todas formas gracias por ponderar lso puntos fuertes y débiles y aportar soluciones.
Cansa oir a los políticos y agentes económicos quejarse continuamente sin aportar nada.
Ah, y feliz Navidad¡,
ufff
De todas formas gracias por ponderar lso puntos fuertes y débiles y aportar soluciones.
Cansa oir a los políticos y agentes económicos quejarse continuamente sin aportar nada.
Ah, y feliz Navidad¡,
De todos modos
Resulta curioso, pero es más fácil lograr la involucración de todos en momentos de crisis extrema -ignoro si este calificativo es adecuado para definir la crisis actual-, que en ambientes sociales/profesionales con más comodidades para todos.
Lo he visto y lo he vivido en varias ocasiones.
Un saludo a tod@s