Ayer asistí a una interesante mesa redonda sobre el tema que figura en el título, organizada por el Instituto von Mises en Barcelona. Participaron Miquel García, Director General del Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña, Juan Carlos Hernando, Dirctor del Colegio La Farga, y Silvia Consolación, madre de familia con muchos años de experiencia en asociaciones de padres. Algunas ideas que me parece vale la pena destacar:
- La escuela concertada no sustrae recursos a la escuela pública; al contrario, complementa los servicios que la escuela pública no puede cubrir, por falta de medios. Y, sobre todo, es el ejercicio de un derecho de los padres a elegir la escuela de sus hijos.
- Las leyes no bastan para asegurar un modelo escolar de éxito.
- Las claves de un modelo educativo son la libertad de elección y la pluralidad de la oferta. Los monopolios nunca son buenos (aunque para el que obtiene el monopolio son formidables).
- En la escuela hace falta coherencia y cooperación entre padres y escuela.
- Silvia ofreció su idea de las tres virtudes principales de la educación: fe (en los hijos y en los valores que queremos transmitirles), esperanza (no tirar la toalla ante las dificultades) y amor (escuchar a los hijos, volcarse con ellos).
- El éxito de la educación se consigue en el aula y, sobre todo, fuera de ella.
- El profesor ha de ser modelo para los alumnos. Y hay que darle los medios que necesita para su labor.
- La familia es la gran educadora. Los padres son profesionales de la educación, y como tales se han de formar.
- Cuando el Estado se mete en la educación, reduce la libertad de los ciudadanos y convierte su tarea en adoctrinamiento.
Considero que la labor de la familia en el proceso educativo escolar es una tarea que exige hoy en día un fuerte monitoreo con respecto a como se formando y educando los hijos hoy. Y eso lo menciono porque en muchas ocasiones es conocido que los padres empiezan con una disputa absurda con la escuela sobre las responsabilidades que tienen en cuando a las acciones que ejecutan sus hijos cuando se hallan en esta etapa. No se trata entonces de evadir o culpar, sino de integrar esfuerzos consistentemente.
Saludos.