Un interesante mensaje en MercatorNet: «Tax me please, I’m rich» (verlo aquí, en inglés). Lo que me atrajo es el subtítulo: «Si tienen tantas ganas de pagar, ¿por qué no hacen una donación al gobierno?». Ahora que hay que reducir el déficit público y el volumen de deuda soberana, sería una buena acción, ¿no?
El artículo explica los medios que tienen los norteamericanos para hacer donaciones al gobierno. Y llega a la conclusión de que, en 2011, esas donaciones fueron de algo menos de 5 millones de dólares, una cifra muy baja, dice la autora, Vincenzina Santoro, teniendo en cuenta las declaraciones de Warren Buffet y otros multimillonarios de que estarían contentos de pagar impuestos más altos.
El tema de la justicia en los impuestos es un tema complicado. Pero lo que quería señalar aquí es que todos tenemos una responsabilidad personal sobre nuestra renta y nuestra riqueza. Hay muchas necesidades por ahí, y entiendo que uno se sienta poco atraído a contribuir a reducir voluntariamente el déficit de nuestro gobierno, entendiendo que esto beneficiaría, probablemente, a algunos funcionarios públicos, a la banca internacional o a los políticos, pero no a los ciudadanos necesitados. Pero, en todo caso, ¿por qué no dar voluntariamente a esos necesitados?
Je. je. Tienes toda la razón.
Siempre es lo mismo.
Todos dicen que quieren colaborar mientras que no tengan que soltar el dinero.
Cuando alguien quiere colaborar de verdad, no lo dice en público, simplemente colabora.
Es como que a alguien se le esté quemando la casa y un vecino diga:
«Por favor, pídanme ayuda, porque si no, no ayudo»