Ayer participé, con Josep Olivé y Antoni Durán-Sindreu, en el programa de televisión «Focus 324» del Canal 3/24, sobre la reforma laboral que hoy ha entrado en vigor. Albert Closas nos preguntó si la reforma es, como anunció el Presidente del Gobierno, profunda, amplia y equilibrada. Me permití dar un número (base 10) a cada uno de esos aspectos: 6 (áhora, una vez leído el texto del Real Decreto-Ley, quizás le daría un 7 o algo más), 8,5 y 8.
Por supuesto, era una reforma muy necesaria. Muchos dicen que no crerá empleo. Es verdad. La sopa caliente no sienta bien como postre. También es verdad. Pero quizás la sopa no está pensada para cerrar un almuerzo, sino para abrirlo. O, dicho de otra manera: ¿alguien me puede explicar qué tipo de reforma laboral permitiría ahora crear inmediatamente empleo, en una economía con una alta prima de riesgo, sin optimismo, sin crédito y sin demanda?
La sucesión de las medidas del nuevo gobierno tiene lógica. En diciembre, medidas muy drásticas para reducir el déficit público, dirigidas a tranquilizar a los mercados: este gobierno es capaz de moderar el crecimiento de la deuda y de grantizar que la pagarán. Luego, la reforma del sistema financiero, hace unos días, porque la banca está «tocada» y hay que devolver confianza en ella (no se olvide que más de la mitad de nuestro endeudamiento con el exterior está intermediado por el sistema financiero español; si los mercados no se fían de nuestros bancos… estamos en suspensión de pagos). Y ahora, la reforma laboral.
¿Por qué esta reforma, precisamente ahora? Porque sin ella, no habrá crecimiento. Primero hay que parar la destrucción de empleo, para que las familias empiecen a ver el futuro con optimismo. Y esto pasa por la devolución de la confianza a las empresas, que son las que han de crear empleo. Como recordó Antoni Durán-Sindreu, las empresas no disfrutan destruyendo empleo, sino creándolo. No resucitemos el conflicto de clases que nuestras izquierdas agitan de vez en cuando.
¿Servirá para algo? Sí, claro. ¿Creará empleo ya ahora? No. ¿Entonces? Devolverá la sonrisa a la cara de los empresarios, y la confianza a la de los ciudadanos. Y esto será el primer paso para la recuperación económica. ¿La semana que viene? Lo de la sonrisa, quizás sí; la recuperación tardará meses. Pero vendrá. Y sin reforma, no habría venido.
Efectivamente destruir para volver a empezar!. reforma útil para el 4% de empresas con más de 500 personas. Empresas que ya estan para ejercitar ere’s, y que ahora abaratan de forma sustancial!
Que lástima que los sindicatos pintan poco, pues en breve no pintaran nada! mejor para el empresario? quizas eso lo desean o lo consideran beneficioso, enhorabuena!.
Como solucionaran los conflictos cuerpo a cuerpo los pequeños empresarios (autónomos en el 9o% de los casos) ante las necesidades apremiantes de los desempleados? Usted no sabe que la desesperación lleva al desesperado a actuar buscando una salida a sus problemas. La negociación salarial permitirá sobrevivir a esos empresarios? o el Estado necesitará un policia para proteger a todas la microempresas?
Sabra que no confio en nada de la ética de «sus» empresarios, a esos que quizas usted a sido reflejo-espejo, esos que ha formado con el sacrosanto bien de Dios.
Entiendo que es muy difícil entender que para crear antes hay que destruir, y sobre todo si en tu casa no entra un solo sueldo… Se requiere una gran dosis de fé y de optimismo… Creo profundamente en que la reforma es necesaria y está bien encauzada, en lo que no creo es en lo mal que se está comunicando. Creo que como en cualquier gran implantación de \nuevo proyecto o programa\ en cualquier empresa, es necesaria una campaña de sensibilización, explicando claramente como \eso\ que requiere de tanto esfuerzo por parte de una mayoría va a repercutir positivamente en un futuro. Falta, a mi entender, contarlo de forma muy clara a aquellos que lo están pasando realmente mal… sobre todo para devoverles un poco de confianza.
En según qué empresas, despedir a la ente «probada», reciclada, al día y con años de experiencia no le interesa a nadie.
Efectivamente estábamos necesitados de un «orden» dentro del caos de hecho y de derecho a que las últimas reformas «zapatero» nos habían llevado.
Sin embargo, siendo urgentemente necesaria una reforma laboral, observo una gran desigualdad de trato dentro del equilibrio que debe reinar en el seno de las relaciones laborales entre empresa y trabajador.
Me estoy refiriendo a la letra que no se puede leer en los titulares de prensa y medios: la necesaria movilidad en el seno de la empresa, tal y como se propicia, a su vez, llevará directamente a las extinciones «de 9 mensualidades» por la disconformidad del empleado ante las modificaciones sustanciales en materia de jornada, horarios, y «cuantía salarial». Nuevo concepto éste en el derecho del trabajo español que, Dm quiera que me equivoque, pero llevará a muchas empresas a buscar las extinciones de los empleados con más antigüedad en las empresas y, así, sustituirles por nuevos contratos indefinidos con un periodo de prueba de un año. Es decir, la temporalidad, además, sin tan siquiera el coste indemnizatorio de los contratos art. 15 ET.
En fin, permítame, hacer estas valoraciones desde el conocimiento, como asesor empresarial, de la realidad de la pequeña empresa española.
Estoy de acuerdo en la puntuación 8 a reforma profunda; 8,5 a reforma ámplia; y, discrepo, con todos los respetos, de reforma equilibrada con un 4.
No obstante esta discrepancia con Usted, le sigo incondicionalmente y aprovecho para agradecerle profundamente sus aportaciones.
Gracias, Teresa. De todos modos, si se respetan los derechos adquiridos, un contrato indefinido en vigor seguirá teniendo un despido «caro» durante mucho tiempo, de modo que no espero una oleada de cambios de contratos «de 45 días» por otros «de 33».