Cuando sea mayor, me gustaría escribir artículos tan buenos como los de mi colega Alfredo Pastor, que ayer publicaba en el suplemento Dinero de La Vanguardia un artículo con el mismo título. Es un comentario agudo sobre la anunciada huelga general del próximo 29 de marzo.
Escribiendo sobre las huelgas de los años ochenta, Alfredo dice: «guardo el recuerdo de unos sindicatos dispuestos a convencer a sus bases de la conveniencia de ceder en algunos puntos siempre que la contrapartida fuera un plan de continuidad de la empresa. Esto ha cambiado: hoy los sindicatos parecen no querer admitir que el Gobierno actual, dejando aparte simpatías personales e incluso preferencias de partido, nos ofrece un programa de continuidad, que consiste en hacer lo necesario para permanecer en el núcleo del proyecto europeo«. Y más adelante: «Es incomprensible la actitud de unos sindicatos que han arrastrado los pies durante dos años, y la de una oposición que, cuando estaba en el gobierno, solo abordó la reforma laboral por imposición externa. Es un comportamiento estúpido, si se entiende como estúpido a aquel que perjudica a los demás sin beneficiarse a sí mismo».
En esto me permito discrepar de Alfredo. Los sindicatos están defendiendo sus privilegios, que los tienen, y muchos. La huelga general, tal como la entiendo yo, es proponer al gobierno a sentarse a negociar sobre «qué hay de lo mío», no sobre lo que es bueno para el país o para los trabajadores, ni menos aún para los parados. Esperan sacar de la huelga una posición ventajosa para ellos. Y la oposición también: una renta política, ya que la económica va a ser un coste para todos los españoles.
Recuerda que la mayoria esta contra los SINDICATOS ACTUALES, precisamente por los argumentos que tu citas. Pero … el oprimido, tiene que demostrar que lo está!
Por cierto, el problema a medio plazo, lo tendrá la patronal, el empresario, el emprendedor, que no tendrá quien le protega del trabajador, asalariado, funcionario, etc. Estos ante la desesperación actuaran con sus propios actos, con sus manos, con sus pies, con sus dientes, !
Cuantos pseudo empresarios (mandos intermedios) dejaran de ejercer funciones por tener miedo?, cuantos se atreveran a comunicar, personalmente rebajas de sueldo, despidos, etc. El 95% de las empresas son autonomos o pimes muy pimes, son casi amigos, estos cuando quieran rebajar sus costes, no beneficios, se atreveran sin CONVENIO? Y al resto, sus mandos intermedios pseudoempresarios, sin voz ni voto, como lo haran, se iran «tranquilos» a su casa?,
En fin, vosotros habeis puesto el caramelo neoliberal a los partidos! sin saber realmente quien se juega el «pellejo»! Sin la defensa de un pacto-convenio como le explicaras a un PNN o similar que deja su trabajo? que se le baja el sueldo?, ponle un poco de empatia, veras que sale!