He tenido hace un rato una mesa redonda en el IESE con mis colegas Xavier Vives y Alfredo Pastor, sobre «¿Son suficientes las reformas estructurales en Europa y en España?». Solo reflejaré aquí dos cosas que han salido en ella:
- ¿Es posible una recuperación sin crédito? Sí. De hecho, como muestra un reciente estudio de Orio Aspachs-Bracons, Sandra Jódar-Rosell y Jordi Gual, en la colección Estudios y Análisis Económico de la Caixa (verlo aquí), en las crisis financieras como la nuestra la recuperación del producto se adelanta hasta un año y medio respecto de la recuperación del crédito. La clave está en las empresas que han podido reducir sus costes, sanear sus balances y recuperar su rentabilidad. Claro que con fondos autogenerados no se va muy lejos. Pero es probable que la misma recuperación de las empresas devuelva la confianza a los bancos: el día en que el cliente le pide un crédito para una inversión nueva, no para pagar la nómina a final de mes, ese cliente deja de ser de alto riesgo.
- El motor de la recuperación está en la oferta, no en la demanda. Quiero decir que no será un aumento del consumo, la inversión o el gasto público lo que nos sacará de la recesión, sino la reducción de costes y el saneamiento del balance que he mencionado antes (las exportaciones son otra cosa, pero no serán suficientes si no se da esa condición del lado de los costes y la eficiencia). Si esto es verdad, la clave está en las reformas, no en las políticas expansivas, que no son posibles (ni deseables).