Después de la huelga general de ayer, ¿debe el gobierno sentarse a dialogar con los sindicatos? Sí y no.
Sí, porque todos debemos estar siempre dispuestos a dialogar. Es un deber inherente a nuestra cultura democrática. Otra cosa es qué condiciones puede demandar una parte a la otra. Porque hay condiciones que equivalen a negarse a dialogar.
No, porque me parece que el problema está mal planteado. Tal como está ahora, no hay dos partes, gobierno y sindicatos, ni siquiera tres, si se suma la patronal. Nos estamos jugando muchas cosas como país, desde el corto plazo (¿cómo aceptarán los mercados financieros el resultado de esa negociación? Y no es cosa secundaria: es, ni más ni menos, que la posibilidad de recuperar el crédito) hasta el largo plazo (las condiciones de nuestra competitividad, la creación de empleo, nuestras pensiones, la reforma educativa,…). No quiero decir que haga falta un diálogo a seis o a doce bandas, sino que tenemos que abrir canales de diálogo donde todos podamos participar. ¿No nos representa el gobierno? No: desde el momento en que se sienta a dialogar con un estamento, los sindicatos, ya no nos representa a todos, al menos porque unos cuantos se han separado de ese «todos» y quieren tener voz propia. De modo que los demás también tenemos derecho a que se escuche nuestra voz.