Ayer estuve en la Universitat Internacional de Catalunya, en una mesa redonda organizada por E-Word.es, una asociación de estudiantes de Administración y Dirección de Empresas de esa universidad. El tema era, claro, la crisis, y compartieron mesa conmigo Ramón Folch, de ISS, Joan Tugores, colega mío en la Universidad de Barcelona, Cirus Andreu, de Banco Sabadell, y el Decano de la Facultad, Miquel Bastons, que nos moderó. Como siempre, aprendí muchas cosas, de las que recojo aquí unas cuantas.
- La crisis se produjo, al menos en parte, porque nos olvidamos de que la economía funciona por ciclos, porque ignoramos la historia, y porque nos olvidamos de nuestras limitaciones. Sí, claro, ya lo sabemos, pero vale la pena recordarlo, en especial de cara a la ¿futura? recuperación.
- En la crisis ha habido tres variables clave, todas ellas económicas, pero no solo económicas: el ahorro (mirar al futuro), la productividad (hacer las cosas bien) y las instituciones (para la resolución de conflictos y para la redistribución de la renta).
- Ha faltado visión de conjunto en la solución de la crisis. Como acabo de decir en una entrada de este blog hace unos minutos, la solución de los problemas de uno en uno no los arregla, sino que los complica. Lo malo es que, según parece, en nuestra sociedad no hay nadie encargado de tener la visión de conjunto. Antes lo hacían los filósofos y, por delegación, los economistas. Ahora…
- Bien que practiquemos la austeridad, pero lo que nuestro país (y los demás también) necesita urgentemente es una redistribución de los recursos hacia nuevas actividades productivas. Y faltan medidas para conseguirlo.
- Muchos siguen pensando que todavía tenemos margen para hacer según que cosas -por ejemplo, para gastar un poco más y aumentar un poco más nuestro nivel de deuda. Ya se ve que por ahí no vamos a ningún lado. Lo que falla en este caso, me parece, es la visión de la realidad: una cosa es que la teoría diga que un país puede tener un nivel de deuda pública sobre el PIB de, por ejemplo, el 80%, y otra es que hoy, ahora, esta cifra sea realista.
Excelentes conclusiones acerca de la crisis. Quisiera destacar una, que se indica en el punto dos pero de una manera somera. Es el papel que debe jugar el poder judicial en las sociedades democráticas. Como ya decían los teóricos clásicos, debería ser el tercer gran poder.y por tanto, debería ser independiente de la política y de los políticos, tener los recursos necesarios y suficientes , y ser ajeno a las presiones e influencias de ciertos organismos y lobbies. Me pregunto, existe justicia sin un poder judicial independiente y con recursos? Y sin una verdadera justicia, existe democracia, igualdad de oportunidades y defensa del interés general?
Me da la sensación que si la crisis no sirve para cambiar el modelo de Estado en cuanto a una autentica separación de poderes y que sirva verdaderamente al interés general y no a ,determinados intereses particulares, seguiremos haciendo lo mismo y por tanto obteniendo los mismos resultados