Ayer se presentó el Informe anual del Fondo de reserva de la Seguridad social española.
Una buena noticia: el fondo tiene 66.815 millones de euros, el 6,22% del PIB. Como explica hoy la prensa, hay para nueve meses de pensiones, incluso aunque los ingresos de la seguridad social (las cotizaciones sociales dedicadas al pago de pensiones) cayesen a cero.
Otra buena noticia (para el gobierno): casi el 90% está en deuda pública española, y los gestores aspiran a llegar al 100%. O sea, el fondo es un formidable comprador «voluntario» de deuda española, que no se preocupa de lo que piensan los mercados, sino que la compra puntual y alegremente.
Ahora, la mala noticia: todos los huevos del fondo de pensiones están en la misma cesta. Si la deuda española sufre un revés, los pensionistas lo sufrirán. No es esta una buena práctica; los fondos más eficaces y seguros siguen una política de diversificación mucho más acentuada, entre tipos de activos, países, plazos, etc. Y, por supuesto, los gestores son independientes, no una longa manus del gobierno.