La OCDE recomienda a los estados que reduzcan el nivel de su deuda pública por debajo del 50% del PIB (ver noticia aquí). Dos comentarios sobre el tema.
- Es una buena idea, en abstracto. Para los países, así como para las comunidades autónomas, las empresas y las familias, un nivel de deuda bajo tiene muchas ventajas. Hay que pagar menos intereses, lo cual libera recursos para otros usos. En caso de necesidad, es más fácil obtener crédito. Y una subida de los tipos de interés es menos costosa.
- En concreto puede no funcionar. Piense en un emprendedor que va a montar un negocio formidable, y tiene un capital de 100, pero necesita 1.000 para funcionar. Estará fuertemente endeudado, claro. Pero esto no es un problema, si invierte bien, si maneja bien su riesgo y, sobre todo, si la rentabilidad de su inversión es superior al coste de los fondos. Claro que la OCDE habla de países, pero también hay inversiones socialmente responsables en esos países.
Y una moraleja, para acabar. Desconfíe de las recomendaciones cuantitativas, como esa del 50% del PIB. Están bien como regla práctica, pero no es muy útil para dirigir la política económica de un país, empresa o familia.
En los tiempos que corren más vale reducir deuda o los intereses de la misma se comerán lo poco que produzcamos
«Desconfíe de las recomendaciones cuantitativas». No podías haberlo dicho mejor, eso de el «50%» me suena a falacia con sesgo cognitivo.