En El Periódico de hoy, en un especial sobre la economía sumergida, publico un artículo titulado «¿Hasta cuándo?» (no está en la versión digital). En él explico lo que me parece son las causas de la economía sumergida y sus consecuencias. El problema es importante ahora, precisamente porque hay que recortar el déficit público, y la economía oculta lo impide.
¿Es un problema de falta de controles? Sí, en parte. Pero, sobre todo, es un problema de falta de cultura. ¡Qué contentos nos ponemos cuando el chispas que viene a hacernos una reparación en casa nos ofrece una factura sin IVA! Y luego, protestamos por los recortes en las cuentas públicas. Me parece que es una forma de egoísmo, que nos lleva a mirar solo aquello que nos favorece. Es la mentalidad del «viajero sin billete«, que viaja tan cómodo sin pagar, y deja que los demás, tontos ellos, corran con los gastos del viaje.
Claro que también hay soluciones más técnicas: impuestos menos progresivos, eliminar papeleos, hacer una legislación laboral más sencilla,… Y unos controles más rigurosos, con penas muy fuertes.