¿Qué es una empresa responsable?

Antonio Vives publica en Diario Responsable una entrada interesante, como siempre son las suyas (verla aquí). «En repetidas ocasiones, dice, hemos recomendado distinguir entre empresas calificadas como responsables y sus prácticas responsables. Hemos mantenido que la empresa responsable no existe, que existen empresas con diferentes niveles e intensidades de prácticas responsables (…) Lo mismo sucede con la mala  interpretación de que el hecho de que una empresa sea incluida en un índice de sostenibilidad no quiere decir que la empresa sea responsable, solamente que ha cumplido en mayor o menor grado los criterios para la inclusión en el índice y, en el agregado de buenas y no tan buenas prácitcas, logra entrar».

Vives menciona problemas recientes en Walmar México, Grupo Bimbo y Telefónica Argentina, que avalan su tesis. Es interesante hacer notar que Vives no lanza la caballería contra esas empresas, sino que reconoce que todas ellas «tienen extraordinarios logros en su responsabilidad ante la sociedad y todas ellas ejercen liderazgo en muchas prácticas responsables». Pero esto no le lleva tampoco a ocultar sus errores.

Me parece que el problema pertenece a la categoría de conflictos de intereses. Algunas entidades conceden premios y distinciones a empresas responsables, como medio para dar a conocer sus actividades, para conseguir financiación o, simplemente, para «vender» la responsabilidad social como algo bueno. Y, del mismo modo, algunas empresas intentan recibir reconocimientos públicos como empresas responsables, quizás como un medio para seguir obteniendo beneficios económicos a corto plazo. O, simplemente, porque no todos sus directivos tienen un sentido ético claro.