Vuelvo sobre Antonio Vives y su entrada «La RSE debe demandar a Porter y Kramer por difamación: cuesta creer…» (aquí). Vives protesta porque Porter sigue pensando que la RSE es filantropía y acción social, a juzgar por sus declaraciones a un periódico colombiano hace unos días.
A mí no me extraña demasiado. Siempre he pensado que Porter y Kramer han visto la RSE siempre como eso, como filantropía. En el fondo, cuando afirman que la RSE debe estar conectada con el «core business«, con el núcleo central de la actividad económica de la empresa, lo que están diciendo es que ellos no piensan que esto sea lo normal. Es decir, no consideran que desarrollar las competencias distintivas de sus empleados sea responsabilidad social, o que pensar en las necesidades de sus clientes a la hora de desarrollar el producto sea responsabilidad social. Esta es, para ellos, un añadido desde fuera. Por ejemplo: si una empresa se dedica a la alimentación y descubre un problema de obesidad, entonces lo estratégicmente responsable es incluir esto en su estrategia de producto, como un añadido desde fuera.