El paro sigue subiendo en nuestro país. Por muchas razones, claro. Una es que la moderación salarial todavía brilla por su ausencia. Leo la noticia en la sección de Expansión sobre Cataluña de hoy: «Los convenios [colectivos aprobados entre enero y febrero de este año] acuerdan una subida salarial del 2,3%», algo por encima de la inflación vigente, 2,1%. Interesante noticia, ¿no? Miles de personas pierden su empleo cada día, y nuestros sindicatos siguen pactando aumentos salariales por encima de la inflación. Oído, cocina: el aumento en la construcción, el más alto: 2,53%. ¿Cuánto empleo se crea en el sector del ladrillo, que justifique ese aumento de remuneraciones?
Ayer participé en una mesa redonda del Centre d’Estudis Jordi Pujol, con el exPresident Pujol, el profesor Jordi Galí y el periodista Leo Wieland del Frankfurter Allgemaine Zeitung, moderados por Martí Anglada. Hablábamos del modelo alemán y se mencionó repetidas veces la estrategia seguida por Alemania para conseguir reducir su tasa de desempleo en medio de la formidable crisis actual que, claro, le afecta mucho menos. Esa estrategia consiste en reducir la duración de la jornada laboral, extender el empleo a tiempo parcial y, claro, la moderación salarial. Es otra manera de explicar lo que los alumnos de Económicas aprenden en la primera semana de clase del primer año: si sube el precio de un bien (trabajo, en este caso), su demanda baja.
No nos quejemos del aumento de nuestro desempleo, si no estamos dispuestos a pasar por encima de algunos privilegios para poner soluciones convincentes. Bien que critiquemos a la señora Merkel por su manejo de la crisis, pero, ¿hacemos nuestra parte? ¿Cuándo será la próxima manifestación, convocada por nuestros sindicatos, contra la reforma laboral?