Sigo con los temas que ayer traté en mi participación en el seminario del AESE, en Lisboa, sobre corrupción en las empresas. Es interesante observar cómo están cambiando las actuaciones contra la corrupción en otros países.
- Más actuaciones legales, no ya de las autoridades contra la corrupción, sino de otras (en Estados Unidos, de la Securities and Exchange Commission y el Department of Justice). Todos los frentes son buenos para atacar la corrupción.
- Conciencia de que las medidas legales no son suficientes: hay demasiados agujeros en la legislación, la multiplicación de las sanciones no frena a los corruptos y los controles tienen rendimientos decrecientes.
- Internacionalización de las actuaciones, con participación de entidades públicas (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, agencias mundiales de desarrollo, etc.) y privadas (Transparencia Internacional, Pacto Mundial de las Naciones Unidas, Cámara de Comercio Internacional, World Economic Forum, etc.).
- Desarrollo de la cooperación multistakeholder, con participación de las autoridades, las empresas y la sociedad civil.
- Necesidad de que las empresas se involucren en la lucha contra la corrupción, porque, como explico en la entrada anterior de este blog, el problema no radica tanto en las personas como en la cultura de la organización. Por eso se recurre a procedimientos como la «new governance«, en la que el juez o la agencia reguladora nombre un controlador que actúa dentro de la empresa para comprobar la puesta en práctica de un programa de lucha contra la corrupción, que la empresa ha diseñado con el juez o con el regulador.
- Desarrollo de los programas de control y cumplimiento (compliance) en las empresas, incluyendo acciones más agresivas de investigación dentro de las mismas organizaciones (lo que supone el riesgo de que, para salvarse, la empresa presente al directivo como su enemigo, con efectos que pueden ser muy perniciosos para la confianza en la organización).
- Enfoque de «solución de problemas«: la empresa parte de un anàlisis de dónde se le pueden colar los problemas de corrupción, y dirige hacia esos puntos su lucha.