Sí, ya sé que lo he dicho muchas veces. Pero me parece que es verdad: la clave de la salida de la crisis y, sobre todo, de la recesión, está en las empresas. Aquí mencionaré un argumento «de autoridad» (aquí, en inglés). Se trata de un trabajo publicado por el Fondo Monetario Internacional, titulado «Japan out of the Lost Decade: Divine Wind or Firms’ Effort?». Los autores se refieren a la recuperación de la economía japonesa en la década de los 2000, después de la «década perdida», los años 1990s, que siguió al pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Hay dos teorías sobre cómo se llevó a cabo esa recuperación. Una parte del «viento de los dioses»: la recuperación económica del resto del mundo arrastró a las empresas japonesas, que pudieron exportar, crear empleo y volver a crecer. La otra teoría reconoce el papel de ese «viento», pero concede más importancia al esfuerzo interno de las empresas para mejorar su productividad, hacerse más competitivas y relanzar la economía. Y la tesis del artículo (bastante técnico, por otro lado) es que, claramente, predominó el esfuerzo.
Me parece que es una conclusión importante para nuestras empresas, que se encuentra en una situación parecida a las japonesas hace unos años. No nos sacará nadie de este agujero, ni nuestro gobierno, ni la Unión Europea, ni la señora Merkel, ni el Banco Central Europeo, ni el crecimiento mundial, sino nuestro empeño.