Relaciones vs transacciones

Mi colega del IESE Alfredo Pastor concedió una entrevista al diario Gara hace unos días. Además de hablar, claro, de la crisis, tiene algunas ideas que vale la pena considerar.

La economía de mercado nos lleva a «una sociedad en la que cada uno tiene que correr cada vez más para estar en el mismo sitio que los demás, y esto no es bueno ni no será soportable». Una solución son las políticas paliativas: «reducir la jornada de trabajo o aumentar el trabajo a tiempo parcial. Eso está muy bien, pero no es suficiente». Otra solución es el estado del bienestar, que tampoco sirve: «a la gente se le echa de comer pero no se puede integrar en la sociedad a través del trabajo. Por otro lado, nuestra solidaridad tiene un límite: nadie quiere pagar por los otros».

Después de todo esto, Alfredo recomienda un cambio de enfoque: pasar de la economía de supermercado, dominada por las transacciones entre equivalentes, a la economía de la tienda de barrio, donde no se intercambian solo cosas de valor equivalente, sino que incluye un elemento humano, la relación humana, que lleva consigo un componente de regalo.

Estoy de acuerdo. El reto es cómo convertir el supermercado en una tienda de barrio. Quiero decir, tener la eficiencia y los bajos costes de la tienda grande, con el trato humano, el regalo, del pequeño comercio tradicional. Alfredo sugiere dos cosas. Una: atender a las necesidades de los demás, al tiempo que pensamos en las nuestras (no es, me parece a mí, «o ellos o yo», sino «ellos y yo»). Otra: «el trabajo es un instrumento fundamental para desarrollar la capacidad de atender las propias necesidades».