Los mercados financieros están decepcionados por cómo planteó ayer el Presidente del Banco Central Europeo (BCE) el asunto de la compra de deuda española. ¡Claro! Los mercados quieren precios de bonos crecientes y tipos de interés decrecientes; si el BCE hubiese accedido a la compra de deuda pública, los deseos de los mercados se habrían cumplido. No ha accedido: luego los mercados están decepcionados. Lo contrario habría sido realmente sorprendente. Y, a la vista de lo que dice la prensa española, los mercados, que han sido los malos de la película desde hace años, tienen razón, y el BCE es ahora el nuevo malo.
Las declaraciones de Draghi me parecen, de todos modos, muy coherentes con lo que viene siendo la postura del BCE. A largo plazo, le preocupa el riesgo excesivo en que incurriría el BCE y, por tanto, los países miembros de la zona euro, si después de haber comprado nuestra deuda, nosotros nos declarásemos en bancarrota. Pero está dispuesto a correr ese riesgo, si puede controlar las cuentas de España. Y esto no es un delirio de la señora Merkel o del señor Draghi, unas ganas de meter sus narices donde no deben, sino algo tan sencillo como querer comprobar que estamos haciendo todos los esfuerzos necesarios para cumplir con nuestras obligaciones con nuestros acreedores, a largo plazo.
Y, por tanto, a corto plazo le preocupa que España, si la prima de riesgo se reduce y el acceso a los mercados se facilita, abandone su política de austeridad, que es la clave para cumplir con sus obligaciones con sus acreedores. Me recuerda al enfermo cuyos dolores son muy intensos: doctor, deme un calmante. Y se lo da. Y el enfermo, al encontrarse bien, abandona el régimen, la gimnasia y la medicación,… hasta el próximo episodio de dolor. Esto es, más o menos, lo que ha venido haciendo España desde hace años: solucione usted el problema a corto plazo, y yo… dejaré de hacer lo que debo hacer para el largo plazo.
Pero, me dirá el lector, a corto plazo España está ahogada por la deuda: nos está costando muchísimo financiarnos, y es probable que dentro de muy poco los mercados nos digan, sencillamente, que no nos quieren prestar más. De acuerdo: el dolor aprieta. Pidamos el calmante: la compra de deuda por el BCE (o por los Fondos europeos de estabilidad). Y el médico nos lo dará, con una condición: que sigamos con el régimen, la gimnasia y la medicación. O sea, que no bajemos la guardia en las medidas de austeridad, que deben ir acompañadas de medidas para recuperar la economía. El coste es, obviamente, el control. Y el gobierno español se subleva, y la sociedad española se subleva: no queremos que los hombres de gris nos digan lo que tenemos que hacer. Vale. ¿Qué tal si nos adelantamos a ofrecer al BCE y a la Unión Europea un plan realista, exigente, pero elaborado por nosotros, para moderar el déficit y recuperar el crecimiento?
Lo que quiero decir es que la alternativa no es, como parece, hundirnos más en la miseria o pedir el rescate. Podemos -y debemos- hacer algo más, mucho más: remangarnos y ponernos a hacer la doble tarea de recuperar el crecimiento y la salud de nuestra economía, y de tranquilizar a nuestros acreedores en cuanto al cumplimiento de nuestras obligaciones. Con esto no rsolveríamos todos nuestros problemas, pero, al menos, podríamos ir a pedir el rescate en unas condiciones favorables.
Sí Profesor, pero hay otras medidas alternativas a las que está imponiendo el Gobierno ( que refleja un acuerdo tácito con la oligarquía de España y de Europa, por tanto política de de Una clase). Si es cierto que, como denuncia la Asociación de Inspectores de Hacienda, cada año se defraudan al fisco 80 mil millones de euros en nuestro país, ¿ no sería posible recaudar al menos la mitad de esa cantidad ? . Impuestos de Sociedades a las Grandes Empresas ( y que estás tributen como mínimo como las rentas del Trabajo) , y a las grandes fortunas, a las transacciones financieras, IRPF más progresivo, etc… Además de Un BCE digno de ese nombre: porque los Estados ya no tienen Bancos Centrales y la UE tampoco. Además una cultura de la responsabilidad social, una reforma de las Admones. Públicas. Etc.
totalmente de acuerdo, muy poca gente lo ve asi y realmente, a corto plazo es como españa esta siendo menos rentable(hacia los inversores) hoy por hoy.
se debe buscar una politica de crecimiento a la par de los ajustes, ya que de solo quitar no se va a generar el dinero para superar ese deficit.
no hay nada a corto plazo que saque el dinero de los arboles, por lo que no queda otra que hacer crecer la economía si o si.