Un comentario breve, a propósito de algo que dice la prensa española hoy: «La CE reclama a Rajoy ajustes presupuestarios permanentes«. Claro. Si no tengo dinero encima porque he olvidado el billetero y no tengo a quién pedir prestado, hoy no puedo tomarme una cerveza con los amigos, ni ir a casa en taxi, pero mañana sí que podré. Es un recorte transitorio de mi gasto. Pero si mis ingresos se han visto severamente recortados, o si la persona que me presta el dinero pone condiciones muy rígidas, seguramente tendré que renunciar a mi cerveza o al taxi durante bastante tiempo. Es un recorte permanente.
En España hemos hecho algunos recortes de gasto público transitorios, necesarios, pero no sostenibles. Podemos reducir el sueldo de los funcionarios un año, dos quizás, pero no podemos repetir este truco mucho triempo. Y podemos prescindir de nuevos maestros o bomberos un año, dos quizás, pero no más: al final, la educación y la seguridad se imponen.
En el futuro hemos de distinguir entre recortes transitorios y permanentes. Podemos limitar el crecimiento de las pensiones el año que viene, porque no tendremos dinero para pagarlas -nos hemos dejado el billetero en caso. Esto lleva consigo una cierta negociación con los ciudadanos: si están dispuestos a aceptar ese recorte transitorio, bajo qué condiciones, qué les podemos ofrecer a cambio, cómo lo justificamos,… Pero si hemos de limitar permanentemente el crecimiento de las pensiones, reduciendo su cuantía o el ajuste anual, o alargando la edad de jubilación, etc., esto es un cambio de modelo, que da lugar a otro tipo de negociación: en definitiva, qué Estado del bienestar deseamos los ciudadanos, y nos podemos permitir.