Continúo con algunas ideas de la conferencia en Acorvol a que me refiero en el post anterior. Mi propuesta era que los directivos de las empresas se sentasen ante una hoja de papel en blanco, para pensar sobre sus responsabilidades ante las comunidades en que trabajan y ante la sociedad en general. Y ofrecí algunas sugerencias (discutibles, claro).
- Plantea tus responsabilidades ante la comunidad y la sociedad a partir del núcleo de tu negocio: tus fortalezas y debilidades, tus amenazas y oportunidades. O sea, empieza a pensar a partir de una idea fundamental: haz bien lo que debes hacer.
- Piensa acerca de en qué medida esas fortalezas, debilidades, etc. dependen de esas comunidades o sociedad o están relacionadas con ellas.
- A partir de ahí, mira cómo tus ventajas competitivas pueden potenciar o asegurar las de esas comunidades; cómo puedes proteger y potenciar sus recursos; cómo puedes protegerles de sus riesgos y ayudarles a que aprovechen sus oportunidades; cómo puedes hacer sostenible su desarrollo. Dicho de otra manera: da un paso atrás, mira a tu empresa como una parte de tu comunidad o tu sociedad, y piensa en el conjunto.
- ¿Hay inciativas sociales en tu entorno? Piensa si puedes participar en ellas antes de crear algo nuevo. Esto daña a tu ego, pero puede ser más eficaz. Para ello piensa dónde puede ser más necesaria o urgente tu participación y dónde la actuación de otros ya es suficiente.
- Busca alianzas, involucra a otros: tus propietarios, clientes, proveedores, empleados, amigos…
- Involucra a los de dentro: propietarios, directivos, empleados… Tu acción debe ser una acción compartida y solidaria.
- Dialoga, escucha a tus empleados, clientes, vecinos… Muy bien tus corazonadas, pero escuchando a otros seguramente mejorará tu percepción de los problemas y de sus soluciones.
Hay más cosas, pero las dejo para otro post.