ResPublica es un think tank británico dedicado a temas de sociedad, política, estado del bienestar y temas afines. Hace unos días recogió en su blog una idea que me gustó («Micro, Mutual and Personal: Relational approaches for a new care and support system», aquí, en inglés). Parte de una noticia: el borrador de una ley sobre el cuidado y apoyo de personas necesitadas incluye una convocatoria para reclutar un millón (!) de voluntarios «amigos de la locura», o quizás mejor, «amigos de los enfermos mentales». La acción tiene dos objetivos:
- Se orienta hacia la personalización de la ayuda. No se trata de dar dinero o prestar servicios a palo seco, sino de bajar a una atención personalizada del enfermo. Los «amigos» pueden ser parientes, vecinos, desempleados, personal de instituciones sanitarias, jubilados o simplemente voluntarios, que estén dispuestos a aprender algo más sobre las demencias, las necesidades de los enfermos y su atención, y que se ofrezcan a colaborar.
- Un enfoque basado en aprovechar los intereses, experiencias y conocimientos de esos amigos, para que no se limiten a prestar un servicio, sino que ayuden a crearlo y desarrollarlo, adecuarlo a las necesidades de las personas y del entorno y, en definitiva, innovar en este área.
Me parece una iniciativa excelente. Primero, porque humaniza la atención a las personas necesitadas. Segundo, porque implica a la sociedad. Y, por tanto, porque se sale de un «servicio público» prestado desde la administración, para convertirse en un servicio humano, que no tiene nada que ver con el paternalismo ni con el asistencialismo. Y, finalmente, porque recoge ideas, sugerencias y propuestas de esos «amigos», para mejorar el servicio.