A sus 101 años de edad, Ronald Coase, premio Nobel de Economía en 1991, sigue activo. Mi colega del IESE Rafael Andreu me ha hecho llegar un artículo de una página que acaba de publicar la Harvard Business Review, en el número de diciembre de 2012, con un título en inglés cuya traducción en castellano viene a ser la que he puesto en esta entrada.
«La economía que presentan ahora los libros de texto y que se enseña en las clases no tiene mucho que ver con la dirección de empresas, y menos aún con la iniciativa emprendedora. El grado de aislamiento de los economistas respecto de la vida de las empresas es extraordinario y desafortunado». Coase señala algunas de las causas de ese aislamiento: los economistas escriben para ellos mismos; su enfoque es demasiado teórico y se aleja de los problemas de la vida real; su enfoque, demasiado estático, se centra en la asignación de recursos, y sus instrumentos son demasiado abstractos y especulativos. «La separación de la economía respecto de la vida real ha dañado gravemente a la comunidad empresarial y a la disciplina académica», de modo que, al final, se ha convertido en una herramienta para la gestión de la economía por el Estado. «Para esta disciplina es suicida el deslizamiento hacia una ciencia dura de la elección, ignorando las influencias de la sociedad, la historia, la cultura y la política en la operación de la economía».
Me parece que alguna de las opiniones de Coase merecerían alguna precisión. Hay muchas «economías» científicas, y algunas de ellas trabajan cerca de los temas de la empresa y la iniciativa emprendedora, y prestan atención a los factores sociales, políticos y culturales. Pero, si no bajamos a detalles, Coase tiene razón. ¿Su conclusión? «El conocimiento vendrá solo si la economía puede reorientarse como el estudio del hombre, que eso es, y del sistema económico, tal como existe».
Me encanto el fundamento de el , es una autocritica a las teorias de escritorio , para mi la economia es evolutiva de acuerdo a epoca , recursos , costumbres y cambios en estrategia de los principales concentradores de riqueza (monopolios globales) en el mundo,estos no existian, con el poder de hoy , antes del internet videoconferencias y las comunicaciones a cero costo hoy se hace un manejo global geografico ,demograficos , menores costos ,recursos e ingreso poblacion y el marketing de las transnacionales , al cual los gobiernos y los economistas deben dar respuesta social , politica y legal ,buscar el marco del equilibrio entre los derechos del hombre y los derechos de las empresas inversoras, rol empresarial con alto sentido social y estabilidad mutua entre crecimiento demografico y seguridad, rentabilidad de las empresas. poner al hombre en el lugar que merece dentro del pensamiento economico,no como una estadistica casual de hechos externos a el , sino como principio de derecho a consensuar entre estado y empresas.
Me parece que no se puede criticar la economía actual por los métodos utilizados respecto al momento en que Coase realizaba sus investigaciones.
Por poner un ejemplo, los métodos de la física actual, y los problemas planteados también son diferentes a los de la física que utilizaba Galileo (aunque su objetivo principal fuera el mismo).
Pienso que se trata simplemente de la evolución convencional en objetivos, materiales y métodos que experimentan todas las ciencias.
Lo que pide Coase ahora, ciertamente con su experiencia vital se alejó mucho de su concepto inicial de los Costos de Transacción, es superar el paradigma dominante en la teoría económica en que se concibe la economía real como un sistema auto-referencial tipo «máquina». El mismo P. Nell Breuning que redactó la Quadragesimo Anno , presuponía que esa teoría tenía su valor propio como campo totalmente distinto del espacio de las decisiones humanas en que la actitud ética es esencial. Muchos economistas, sobre todo en la corriente derivada de la Austrian School, han considerado que la ética tenía tanto que ver en la economía como en el diseño de una máquina. Es contra esa visión restringida de una teoría (radicalizada en la neoliberal de un Friedman en Chicago) contra lo que se dirige Coase.
El fallo fundamental de esa visión está en sus presuposiciones de base: en primer lugar en la visión del mundo económico como espacio de interacciones individuales, movidas por la energía del egoismo y afán de lucro. Primero Mandeville (fábula de las abejas: de los vicios individuales surge la virtud colectiva) y luego A. Smith (la mano invisible) son los nuevos autores de un Pentateuco economicista que la realidad está demostrando es falso. Era una visión que negaba la complejidad de la persona en su ideal de «homo oeconomicus» que lograría su beneficio individual, del cual en virtud de esa Mano (suponemos pensaban en Dios) superior saldría el bienestar de todos. Es evidente que la libertad de comercio enriquecía entonces al Reino Unido, pero absolutizar la libertad del comerciante y convertirla en idea directriz de todo el quehacer económico niega la realidad de que los humanos somos esencialmente seres comunitarios (zoon politikon) y que necesitamos también otros esquemas de valores para orientarnos en la vida práctica. El prof. alemán Brodbeck piensa así que una filosofía como la del Budismo, con su idea de esa compasión universal, sería mucho mejor marco ideológico que el de las filosofías individualistas todavía vigentes.
“El conocimiento vendrá solo si la economía puede reorientarse como el estudio del hombre, que eso es, y del sistema económico, tal como existe”.
Coase tine razón y tal como se plantean las cosas se ha olvidado el estudio del hombre y se ha centrado en el sistema económico «tal como existe» y desafortunadamente «tal como existe» no funciona, los resultados lo demuestran, quizás es el momento de cambiar radicalmente.
En la época que yo estudié en la Central, aprendíamos que la economía estudia el comportamiento de los individuos; analizando las causas y los fundamentos en su toma de decisiones.
Era apasionante la economía de la opción, de cómo una persona, empresa o sociedad elige una entre distintas alternativas, y su comportamiento tendrá por objeto alcanzar la máxima satisfacción social o económica.
Creo que la economía no es algo frío y abstracto como algunos nos quieren hacer creer, sino todo lo contrario.