La cercanía de la Navidad me invita a dirigirme a todos mis lectores, con la tradicional felicitación por estas fiestas, que algunos limitan a desear un buen año nuevo y otros unas buenas «fiestas» en general, pero que no pueden ocultar, a pesar de los esfuerzos que algunos hacen, su origen cristiano. En la religión cristiana, la Navidad es el recordatorio de que Dios vino a vivir con nosotros. Lo disimuló muy bien, porque vino en forma de niño; pasó nueve meses en el seno de su madre, María, una joven mujer de Nazaret, en Galilea, y un día como hoy vio la luz, llorando, como todos los niños, en un establo en Belén, cerca de Jerusalén (ahora, para ir a Belén, hay que cruzar una fortificada frontera, entre muros altos y alambradas). En la iconografía cristiana, el lugar del nacimiento de Jesús se presenta brillante, esplendoroso, lleno de luz y de ángeles que cantan. En la realidad, debió ser un lugar oscuro, pobre, sucio y maloliente, al menos si es verdad que estaban allí un buey y una mula.
Lo que acabo de decir no es solo una historia antigua. La fiesta de Navidad es la fiesta de la cercanía de Dios. Cuando leo lo que algunos medios de comunicación dicen sobre la religión cristiana, me maravilla, porque no se parece en nada a lo que yo creo y trato de practicar. El cristianismo no es, sobre todo, un conjunto de dogmas, más o menos arbitrarios; ni una moral, como tantas otras y, por tanto, relativa y prescindible. Ni es una organización con fines políticos que trata, como tantas otras, de aumentar su poder y su influencia. Ser cristiano es, en primer lugar, haberse «encontrado» con Dios que demostró que nos quería, primero porque nos creó, y luego porque vino a vivir con nostros y a dar su vida por nosotros, aunque pagamos su generosidad clavándole en una cruz; que resucitó y que, desde entonces, se hace el encontradizo con nosotros, comparte nuestra vida. La Navidad es eso, el recordatorio de que Dios cuenta con nosotros, que no le somos ajenos; que contó con nosotros desde el principio de los siglos, y que vino a decírnoslo personalmente.
Y, por parte nuestra, la Navidad es el reconocimiento de que contamos con Dios, porque él ha contado con nosotros. De modo que nuestra vida no es una pasión inútil, ni un valle de lágrimas, ni una ocasión para pasarlo bien, porque, total, son cuatro días. Dios está aquí. Los primeros que fueron a ver a aquel niño en Belén fueron unos pastores, que estaban trabajando, cuidando sus rebaños; luego fueron unos Magos, que también trabajaban, observando las estrellas. Ellos encontraron a Dios en su trabajo, lo mismo que nosotros podemos encontrarlo en nuestra vida corriente. Y lo encontraron, como dicen los Evangelios, vestido con pañales, recostado en un pesebre: o sea, donde debía estar un niño recién nacido, cuyos padres estaban de viaje en un lugar, Belén, en que no encontraron sitio en la posada. O sea, encontraron al niño en lo más ordinario. No en los grandes almacenes, ni en la comida abundante con que procuraremos celebrar la fiesta. Nosotros regalamos cosas a los que queremos; él, Jesús, se nos da a nosotros, porque es el «Dios-con-nosotros».
Perdón si este post es demasiado largo. Felicidades a todos. Gracias por vuestra confianza. No suelo contestar vuestros comentarios, aunque los leo todos y aprendo de todos. Cuentan los Evangelios que, cuando los ángeles anunciaron a los pastores el nacimiento de Jesús, se pusieron a cantar pidiendo la paz para los hombres de buena voluntad. Este es también mi deseo para todos vosotros en estas fiestas, y para el año que viene.
Apreciado Antonio
! Gracias por todos los Blogs !que ha escrito durante todo el año ,pues me han ayudado a comprender muchas cosas del mundo economico y social.
Y vuelvo a desearle, que este Niño Dios que cada año festejamos su nacimento en Belen, acompañado de Maria y de Jose, le ayude a poder continuar escribiendo estos blogs tan interesantes.
Prezado Professor,
me desculpe em lhe escrever em português.
Belíssima mensagem de Natal. O texto não ”es largo»! Feito com amor nos leva a viver com Deus.
Que possamos encontrar a Deus, assim como os pastores, no nosso trabalho ordinário.
Muito obrigado!
Feliz Natal para o senhor e sua família!
Feliz Navidad. Gracias por tu blog es muy enriquecedor
Feliz Navidad Don Antonio.
Junto con desearle feliz Navidad y Año Nuevo con los suyos , quiero expresarle mi agradecimiento por permitirme recibir vuestras publicaciones , que amplian mi conocimiento personal y a la vez me permiten reflexionar y participar con mi humilde opinion , le expreso toda mi gratitud y le deseo lo mejor para el 2013 ,que podamos crear conciencia sobre la necesidad que politicos y empresarios en conjunto puedan dar respuesta a las necesidades humanas de un mundo en crisis, atte. Alex
Estimado don Antonio:
Que tenga usted una feliz Navidad y lo bendiga nuestro niño Jesús.
Fue un agrado haberlo tenido con nosotros este año en Chile. Ojalá pronto se repita.
Un abrazo,