Hablaba hace unos días con Jordi Griera sobre las monedas locales, esas que están proliferando ahora con la crisis. Se trata de monedas sin el respaldo de una autoridad reconocida, como un banco central o un gobierno, emitidas, por ejemplo, por una asociación de comerciantes o de vecinos, un ayuntamiento, un barrio o una ONG. Hay varias razones para la emisión de monedas locales. En primer lugar, el fomento de la economía local: las monedas locales no tienen validez más allá de un territorio limitado, de modo que deben ser gastadas dentro de él, con lo que esto tiene de desarrollo económico y social, cohesión, creación de riqueza para la zona, ahorro de energía en el transporte, etc. Y, en segundo lugar, la recuperación económica de la región en una época de crisis.
Aquí no pretendo hacer un estudio detallado del fenómeno de las monedas locales, de las que dice Wikipedia que en los últimos años se han puesto en circulación más de 2.500 (aquí). La clave de una moneda es la confianza que se tenga en el que la emite. En un ambiente local, esa confianza es relativamente fácil; a nivel nacional es mucho más difícil, por lo que debe ser reconocida por las autoridades o el banco central. Por tanto, el primer problema, la confianza, está resuelto, al menos mientras no ocurra algo que la deteriore (por ejemplo, una emisión excesiva que genere inflación en términos de la moneda local, o un fraude).
¿Puede contribuir una moneda local a la recuperación económica de una zona? Sí, claro. Supongamos que usted tiene ahora 100 euros para vivir en los próximos días, pero que un kilo de pan cuesta 100 euros: el hambre está llamando a su puerta. Y si esto se generaliza en su comarca, todos pasarán hambre. La solución obvia es que la falta de demanda baje el precio del pan, pero los precios son muy rígidos a la baja, quizá porque lo son los costes, incluyendo los impuestos, o porque la demanda es elevada en otros lugares, de modo que los panaderos desvían la oferta hacia lugares en que la gente puede pagar.
Si los precios no bajan, la solución es que aumente la cantidad de dinero; con 900 euros más, usted podría comprar 10 kilos de pan. El problema es quién le proporciona ese dinero. Esa es la función de la moneda local: los tenderos de la comarca le regalan a usted 900 vales para comprar en la comarca, de modo que ellos venderán el pan a cambio de esa moneda, que podrán dedicar luego a otras compras o a contratar trabajadores, etc., siempre dentro de la comarca. En la medida en que las relaciones económicas con el exterior no sean demasiado intensas, el esquema puede funcionar bien. Porque su continuidad exige que el dinero no se quede en la caja de las familias o de los tenderos, sino que circule.
La emisión de moneda local ha resuelto un problema de liquidez. Hace un par de años corría un chiste parecido. A un pueblo de la costa llega un turista, que propone al hotelero que le alquile una habitación por un mes. El hotelero le pide un adelanto de 100 euros, que el turista le da, y sale a pasear por el pueblo. El del hotel corre a pagar la deuda de 100 euros que tenía con el carnicero; este hace lo propio con el panadero; este con el de reparación de automóviles, y así hasta que los 100 euros regresan al hotel, justo cuando el turista vuelve, dice que el lugar no la ha gustado, reclama sus 100 euros y se marcha. Se han arreglado muchos problemas, que eran uno solo: falta de liquidez. Otros problemas no tienen tan fácil remedio.
Por supuesto, a las autoridades y al banco central no les gustará que corran por ahí monedas locales –también porque, en manos de desaprensivos, pueden generar pirámides y fraudes diversos que, al final, acabarán exigiendo la intervención del gobierno. Pero me parecen una buena solución, sobre todo porque la han creado espontáneamente los propios ciudadanos, no el Estado. Por cierto, que esos ciudadanos han contribuido a la recuperación del papel del mercado que, quizás, criticaban en sus reuniones.
Amigo Antonio, es una buena aportación tu artículo. Como sabes, existen dos tipos de moneda local: la anónima, que reviste la forma de billetes o vales, y la nominativa, que son apuntes en cuentas mantenidas en un ordenador comunitario, al que normalmente se accede por Internet o con el teléfono móvil. Ese segundo tipo es el más extendido por dos razones fundamentales, la primera que suprime la posibilidad de robo y hace muy difícil el fraude y la segunda, que permite un control muy exacto de la masa monetaria, con lo que la posibilidad de inflación prácticamente desaparece, a menos que el comité encargado de la emisión de moneda nueva no tenga ni idea del oficio. Por eso algunos nos preocupamos de que los responsables tengan los conceptos claros y entonces todo va bien. El ejemplo que pones es divertido y muy cierto, en ocasiones he hecho un símil en mis seminarios, usando un billete primero en una ronda de comercio y un papel en blanco con un garabato en una segunda ronda, el cual al final vuelve a la misma persona que originalmente lo puso en circulación; con ello la gente comprende que el comercio es posible con tal que todos confíen en el papel con el garabato. Como tú bien decías, en una población o en un barrio donde la gente se conoce, hay confianza y la moneda local es perfectamente viable y muy útil.
Estimado me quede pensando en el almuerzo sobre su chiste , cabe hacerle una actualizacion , que merece un analisis de factor economico profundo sobre sus consecuencias y el desarrollo de una formula para cuantificar efecto y participacion en el resultado economico, volvamos al chiste de los 100 E ,aqui en este giro de liquidez ,uno recibe , paga a otro este a otro , alli el estado recibe iva e ib de cada transaccion y ganancia ,pero si el giro se rompe o se corta , con hipermercados de alimentros ,herramientas , cemento ,que cambian a dolar, pagan lo que importan o giran a casas centrales en otro pais , que vuelve a este hotel en el chiste o en la realidad que queda en el pais circulando para sostener el comercio y la industria local despues ,para mi ese es un factor no regulado ni considerado aun en las economias , cuando privatizaron todo en argentina , yo trabajo en comercio a publico , la cantidad de publico bajo por todos los despedidos y jubilados de prepo , el nivel de vida se afecto y afecto la rotacion local del circulante, cuando siguieron privatizando , agua , luz , trenes , hubo menos circulante , la plata en manos locales circulaba aqui y en mano externa se fue ,los dineros que entran hoy a una cadena de supermercado al otro dia estan en pais de origen , entonces este circulo se rompe , el puente economico inicial deja de existir y el nivel de actividad local se ve comprometido, eso lo vivi , despues antes de la crisis de la soja cada exportador/productor liquidaba y salia a gastar , era plata en manos de todo el pais y locales , luego de los comoditys la inversion paro por parte del local , el ingreso al dueño de la tierra se redujo a un alquiler de la tierra y esta «privatizacion externa de un recurso propio» favorecido por el gobierno quito menos recursos a la poblacion y a la actividad , alli esto merece un calculo, que se va , que porcentaje de actores externos permite una economia , que porcentaje minimo de locales requiere, para que una poblacion subsista en su actividad industrial y comercio , es una opinion y analisis personal que someto a su consideracion academica. Perdoneme por complicarle la vida , pero esta ecuacion me come el cerebro hace mucho y quiero saber su opinion , la relacion circulante , poblacion, actividad economica necesaria para su actividad economica y estabilidad de ingresos.
Argentina en el 2001 llego a tener 12 provincias con monedas paralelas , respaldadas por los gobiernos provinciales , significo un auto prestamo que permitio no llevar los ajustes al extremo mas duro ,permitio mantener el poder adquisitivo , permitio generar actividad interna debido a su uso limitado y local , no servia para exportaciones , si la querias cambiar a moneda corriente te castigaba un 12 % y asi la pasamos hasta recuperar el ingreso del estado de modo real y legitimo , fue un puente para cruzar la crisis , un auto prestamo blando y se superaron en el tiempo al llegar la liquidez que causo la exportacion de soja. y la superacion de la crisis.