Los resultados, claro, pero… ¿qué resultados?

He leído una entrevista a Charles Pierce, Presidente mundial de Oral Care, una compañía del grupo Procter & Gamble, publicada en la sección «Directivos» de Expansión el 17 de enero. El titular que me llamó la atención dice: «En una empresa, lo único que cuentan son los resultados«. El titular suena a economicista, aunque luego el cuerpo de la entrevista admite una lectura más, digamos, humanista. «El mejor consejo que yo he recibido o, al menos, lo que me ha motivado y mantenido con los pies en el suelo fue: los resultados son lo que cuenta. Las compañías quieren a personas que obtienen resultados. Y los resultados del año anterior son la base para el siguiente. Por eso, hay que esforzarse por hacer más y mejor, con la mirada puesta en los resultados y la responsabilidad que todo eso conlleva».

Tiene razón Charles Pierce: «en una empresa, lo único que cuentan son los resultados». Pero toda acción humana produce muchos resultados: económicos unos, técnicos otros, pero también aprendizajes de conocimientos, desarrollo de capacidades… «Al empezar una carrera, es importante encontrar una compañía que esté comprometida con el crecimiento y desarrollo de las personas y que otorgue responsabilidades que las capaciten para enfrentarse a nuevos retos». Y resultados sobre los consumidores: «todos los mercados son diferentes, pero el denominador común es entender las necesidades del consumidor». «Nos inspira y nos motiva nuestra misión, que consiste en mejorar la salud bucal de los consumidores». Y sobre la comunidad en que la empresa se mueve. Y sobre todo el planeta, porque su mercado es el mundo, incluyendo a las generaciones futuras.

Tiene razón Charles Pierce: «en una empresa, lo único que cuentan son los resultados». Pero todos. Recuerden la definición de Responsabilidad Social que dio hace un par de años la Comisión Europea: «la responsabilidad por los impactos de la empresa en la sociedad». Por todos los impactos. Si descuidamos alguno de ellos, el resultado puede ser desastroso. Los resultados relevantes no son solamente los económicos.