Hace unos días, el 20 de mayo, El Periódico publicó una entrevista a Joaquín Almunia, Comisario Europeo de Competencia (aquí). Tiene muchas ideas interesantes, que deberíamos leer con interés en esta convulsa sociedad española. He aquí algunas (señalo en cursiva lo que quiero destacar):
«Entiendo que la gente reaccione de manera negativa ante recortes, ajustes y sacrificios, sobre todo porque están muy mal repartidos y porque nadie se toma el trabajo de explicarlos» –y yo añadiría que se toman el trabajo de tergiversarlos–. «Pero ante una montaña ingente de deuda pública y privada, la austeridad es imprescindible«. Y cuando le pregunta el periodista si esto no ahogará a la economía, aclara: «A la economía la ha ahogado la deuda y un sistema financiero ineficaz«. «El estímulo más urgente es reparar el sistema financiero, que el crédito vuelva a fluir a las empresas».
«Hay que tener un debate mucho más profundo sobre lo que debe hacerse para generar empleo, de quiuén tiene que hacerlo y cómo».
«En España falta una visión a medio y largo plazo más clara, unos objetivos más definidos y un listado de acciones y prioridades viables, que puedan contar con un apoyo político y social más amplio que la mayoría parlamentaria».
«Las reformas son la base del crecimiento. No puede haber crecimiento sin reformas«.
«En España debe haber un debate sobre el sistema tributario. La crisis ha evaporado 5 ó 6 puntos de recaudación que no volverán. El nivel de ingresos no permite sostener la protección social, la educación y la sanidad que la población pide. Hay que luchar contra el fraude fiscal, racionalizar el gasto y que la población más pudiente contribuya más».
Sobre la reforma laboral: «No digo que esta sea una reforma perfecta y podría criticar aspectos concretos, pero España necesitaba una reforma del mercado laboral porque cada vez que hay una crisis, las cifras de paro españolas baten los récords de Europa».
Respecto al sistema fiscal apunto que tenemos una imposición indirecta y otra directa. En la primera, el IVA recauda fácil y eficazmente. También hay un entramado de impuestos históricos de difícil justificación teórica actual. En la imposición directa el irpf es bastante progresivo y justo para afrontar la crisis por todos los ciudadanos. Yo añadiría una imposición sobre el gasto directo y el impuesto sobre el patrimonio para el control de renta y la evasión de los que pueden.
No sé si los gestores actuales relacionan el consumo privado con la recaudación para no seguir subiendo
impuestos sin ton ni son. Tampoco vislumbro una personalidad que afronte una reforma del sistema
tributario. Con el aumento de los intereses de la deuda soberana, se está disminuyendo el crecimiento del PIB presente.-
Una analogía es que si se colocan muchos pesos a un lado del oscilador se quedará de ese lado y el otro no puede volver a su lugar nunca hasta que el contrapeso disminuya o se ponga más peso de su lado. Además y por supuesto, las negligencias son culpables. El ejemplo es contundentemente claro.