La solución, o una parte de ella, al menos para el Reino Unido, es el nacimiento del hijo del príncipe Guillermo, que parece tendrá lugar hoy. Se espera que las celebraciones con motivo del acontecimiento aporten un gasto de 131 millones de dólares, incluyendo 94 millones en alcohol, en forma de tres millones de botellas de champán y vino espumoso (las estimaciones no dice cuánto de él será cava). Al final, las estimaciones del impulso económico llegan a 400 millones de dólares.
Vale. Me lo creo todo. Solo que… la familia que se beba la botella de champán es muy probable que ese día no vaya al cine, o no alquile un DVD, o reduzca su gasto el próximo fin de semana, porque la crisis es la crisis, y no están los ingresos como para hacer grandes extras. Dicho con otras palabras: el aumento del consumo de unas partidas suele ir acompañado de la disminución del consumo de otras. Es lo que los economistas solemos llamar el equilibrio general: hay que mirar todo el cuadro, no solo el trocito que nos presentan.
Henry Hazlitt lo contaba hace ya muchos años: el paso de unos vándalos rompiendo los cristales de los escaparates es un formidable impulso… para la industria de la fabricación de cristales. Los que tienen que pagarlos pensarán de otro modo -o, en su caso, la compañía de seguros.
El efecto más importante es a qué velocidad se efectúan esos intercambios económicos. No tanto dónde y cuánto, aunque esto también sea importante.
Es el problema de la dinámica económica, que supera nuestro sentir acostumbrado … tenemos que cambiar ese modo de cuantificar la vida …
Un claro ejemplo de este tipo de error que solemos cometer los economistas: analizar los efectos de un fenómeno sobre algunos aspectos, pero no sobre todos los aspectos. Lo complicado ver hasta dónde llega la ola expansiva de los fenómenos…
Por ejemplo, típico caso de apertura de un centro comercial. Podemos encontrarnos 2 titulares en los periódicos: «El nuevo centro comercial creará 2.000 puestos de trabajo» o «El nuevo centro comercial desplazará gran parte del consumo desde el centro de la ciudad»