Ayer escribí sobre este tema (aquí). Y pensé que el lector podía preguntarse: y, ¿por qué se produce ahora una crisis en esos países emergentes? Y encontré una entrada en el blog de Zero Hedge (aquí, en inglés) que ofrece una explicación sencilla.
- Las empresas de los países emergentes, especialmente las de Asia, están ahora fuertemente endeudadas. Crédito abundante a bajos tipos de interés y oportunidades de colocación rentable han producido ese fenómeno. Y como todo lo que sube tiene que bajar (bueno, todo no, pero sí muchas cosas), ahora toca frenar el endeudamiento. El blog atribuye esa «alegría» a la lejanía de las últimas crisis en Asia: ya nadie se acuerda de lo mal que lo pasaron…
- Si las economías siguen un movimiento cíclico, ahora toca recesión en esos países (yo no estaría tan seguro, pero lo dice el blog en cuestión). Después de una recesión se recompone el balance de las empresas, se devuelve la deuda y se presta atención sobre todo al «cash» (por ejemplo, España hoy). En la fase de recuperación, crecen los beneficios y el endeudamiento se reduce. En el auge, el endeudamiento se acelera y las empresas inician actividades especulativas. Y así llegamos a la etapa de recesión.
- La tercera razón que ofrece Zero Hedge es que el crecimiento del PIB se está moderando en los países emergentes y el coste de financiación (en términos reales) está creciendo, lo que anticipa quiebras de empresas, deudas impagadas…
La conclusión es que «los riesgos a la baja [o sea, riesgos de recesión] son más claros ahora en Asia, y están creciendo». Para nosotros es una buen repaso de nuestra historia. El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y que no es capaz de aprender de los errores de los demás.
El ciclo mecánico es mera representación -del tipo newtoniana en la física- pues la concausalidad doble eficiencia-materia es la noción de fuerza (decía el profesor LP). Para que la causa final alcance a la material se requiere la eficiente, por ejemplo la justicia que “finaliza” un pago salarial, a fin de mes (eficiente). Por ello, hay que salirse del esquema mecánico y elevarse hasta el plano personal (la justicia misma y/o la solidaridad).
Desde la perspectiva intermedia (hábitos operativos) el sincronismo exige considerar todo el ciclo desde el antes (causa material) hasta el después (producto terminado o causa formal). Pero la economía debe “investir” todo el ciclo (si hay quiebres y requiebres, se trata de modificaciones formales, es decir, nuevos sincronismos). Eso se logra con contra-relaciones, no con las populares correlaciones. Las Cobb-Douglas y sus correlatos deben ampliarse hasta los contra-relatos porque el proceso es todo un ciclo y no sólo sus partes, aunque éstas también sean sub-ciclos.
Las aproximaciones por correlación, dejan de contabilizar mucho dinero. Y no es plusvalía pues puede ser en contra de los inversores como ocurre con los bancos, en que los ciclos pueden ser mucho menores a un año.