No había informado a mis lectores de un excelente artículo de mi colega del IESE Juan José Toribio, aparecido hace unos días (el 25 de octubre) en El País, y titulado «¿Qué pasa con el crédito?». Nunca es tarde para dar a conocer una buena pieza de información.
Toribio se pregunta por qué hay tantas quejas acerca de la escasez de crédito bancario en España, en esta fase de la salida de la crisis. Y da una serie de razones que resumo aquí:
- Se ha reducido considerablemente la demanda de crédito, porque las empresas y las familias están muy endeudadas y, lógicamente, no piden crédito (también porque, si su situación financiera no es sólida, no se lo darán, aunque lo pidan).
- Esa demanda es menos solvente que hace unos años. Los activos que servirían como garantía han perdido valor, las empresas han tenido pérdidas, las familias han visto reducidos sus ingresos; en resumen, han perdido capacidad para devolver los créditos que pueden pedir.
- La oferta también se ha reducido. Los bancos se han venido enfrentando a un mercado (del que obtienen sus fondos para prestar) muy cerrado, y el problema se ha mantenido para muchas entidades españolas, para convertirse, en algunas de ellas, en una crisis de solvencia, lo que ha acentuado el cierre de la financiación. Bancos fuertemente endeudados y que no reciben financiación no tienen otro remedio que reducir fuertemente su oferta de crédito.
- Clientes que trabajaban con cajas de ahorros que han cerrado o se han fusionado se encuentran con que sus interlocutores tradicionales han desaparecido, y los de la entidad que ha asumido su cuenta no tienen información sobre sus actividades, garantías, etc. Esto, en un mercado que concede menos crédito, significa tener una negativa con mucha probabilidad.
- Los reguladores bancarios se han puesto mucho más duros con el crédito que la banca concede, en términos de provisiones de fallidos y dotaciones de capital, lo que ha aumentado el coste (beneficio perdido) de los bancos.
- Sigue quedando mucho que hacer para clarificar el panorama en Europa, que es condición para que la financiación vuelva a llegar a las entidades financieras.
- Hay un gran deudor que necesita crédito, ofrece buenas condiciones y tiene un excelente tratamiento en términos de seguridad y requisitos de capital. Se llama sector público. Su déficit sigue siendo alto, lo que significa que sigue necesitando fondos abundantes, que obtiene, en parte, del extranjero, pero también en buena parte de entidades financieras española.
One thought on “Por qué no hay crédito para las empresas”
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