No es la primera vez que canto las ventajas que nos ha proporcionado vivir dentro de la moneda única, pero cayó en mis manos hace unos días una entrada en el blog del Banco de la Reserva Federal de Nueva York (aquí, en inglés) que explica cómo los mecanismos de pago de la moneda única evitaron una gravísima crisis bancaria, muchísimo peor que la que hemos sufrido. Hablando de los países periféricos de la zona euro, ese blog explica que «aunque los acontecimientos se desarrollaron como una crisis de balanza de pagos, la contracción del crédito doméstico fue menos severa de lo que habría causado ordinariamente una salida de capitales de esa escala» (la escala que sufrimos griegos, italianos, españoles, portugueses e irlandeses).
«Una razón importante fue que las salidas de capitales se financiaron con créditos de los bancos centrales, créditos concedidos colectivamente por otros bancos centrales de la zona euro».
El blog en cuestión muestra que en 2011 los inversores extranjeros vendieron 224.000 millones de euros de activos españoles. La financiación de esa suma procedió casi totalmente de Target 2, el mecanismo de pagos establecido para el funcionamiento de la zona euro. «En particular, el sistema Target 2 extiende automáticamente crédito entre los bancos centrales de dos países cuando la salida de capitales está provocando una reducción de las reservas de los bancos comerciales». Este mecanismo es automático y no tiene límite cuantitativo. La mayor parte del crédito recibido por España procedia del Bundesbank, seguido de los bancos centrales de Holanda y Luxemburgo. El riesgo de esos créditos es reducido, porque los bancos ofrecen activos en garantía. Las pérdidas las sufriría, en su caso, el conjunto del Eurosistema, y no solo los bancos centrales acreedores.
Decididamente, el euro ha sido una buena cosa para esta crisis, no solo por la decisión de Draghi de sostener la moneda única, o sea, de sostener a los bancos y al gobierno español, sino también por ese mecanismo automático. Claro que tiene defectos, pero es de justicia reconocer sus aciertos. Sin ellos, la crisis de 2011 habría sido muy parecida a la Argentina de 2002.
El Euro tiene responsabilidad en la creación de los desequilibrios iniciales entre los países de la Eurozona. Sin esos desequilibrios, la burbuja no había sido tanta.
Una vez estallada la burbuja, y mientras los prestamistas (bancos alemanes y otros) nos retiraban el dinero a los países periféricos, los diferentes rescates de la UE y el FMI iban dando el dinero necesario para que pudiéramos devolver el dinero a esos prestamistas.
Decir que sin el Euro no habríamos podido devolver tanto dinero (lo que entiendo que ese blog más o menos dice) es una verdad parcial. Otra manera de verlo es que sin el Euro no habríamso tenido tanto dinero que devolver (porque no nos habrían prestado tanto).
Y, para terminar, no hay prestatario irresponsable sin prestamista temerario, si hablamos de estos movimiento de dinero en la Eurozona.
El Euro ha traido ventajas e inconvenientes, pero mientras no aprendamos lo que significa no tener política económica propia muy posibiblemente los inconvenientes superen a las ventajas.
Eso sí, una vez dentro del Euro, mejor quedarnos.
Un saludo,