Hay que mejorar la forma de hacer políticas económicas

La Fundación Edad&Vida ha publicado en un reciente Boletín un breve Comunicado que titula «El ahorro para la jubilación se ve afectado de forma crítica por las nuevas medidas fiscales «. Se refiere al Real Decreto-Ley 16/2013, que cambia el tratamiento de algunas partidas de la remuneración de los trabajadores a efectos de la cotización en la seguridad social, entre ellas los planes de pensiones de empleo, que es lo que preocupa a la Fundación, dedicada a la atención de las personas mayores.

Entiendo que, si los ingresos de la seguridad social se están reduciendo, el gobierno trate de incrementarlos. También estoy de acuerdo en que no hay criterios válidos para siempre acerca de lo que forma parte o no de la remuneración de un trabajador. Por eso es posible que algún experto diga que un plan de pensiones forma parte de la remuneración ordinaria y, por tanto, esté sujeto a gravamen (aunque luego, cuando el plan de pensiones se materialice en pagos concretos, volverá a ser gravado , lo que supone una forma de doble tributación, de esa que los economistas decimos que perjudica al ahorro y, por tanto, a la creación de capital de la economía).

Lo que me preocupa de ese tipo de reformas tributarias (las cotizaciones de la seguridad social son un impuesto, un impuesto sobre la nómina) es que están dirigidas a un objetivo recaudatorio y a corto plazo, y que se olvidan de algo muy importante: cualquier cambio en un impuesto afecta a muchas variables , y lo que es bueno desde un punto de vista puede dejar de serlo desde otros. Como Edad&Vida señala, esta medida reducirá el ahorro (total y para la jubilación), desincentivará un tipo de seguros que parece importante para cubrir las futuras pensiones, frenará la creación de empleo… ¿Se habrá tenido todo esto en cuenta, a la hora de aumentar las bases de cotización de la seguridad social?

Con demasiado frecuencia hemos visto en los últimos años medidas de política dirigidas a un solo objetivo, que muestran que nuestros gobiernos no tienen una estrategia económica y social a largo plazo. Y así nos va : cada Departamento mira por sus asuntos, y nadie controla la coherencia de las medidas ni la promoción de objetivos a largo plazo.