La frase que encabeza esta entrada no es mía: es del Papa Francisco, en la entrevista publicada en La Vanguardia el pasao 13 de junio (aquí).
«Creo que estamos en un sistema mundial económico que no es bueno. En el centro de todo sistema económico debe estar el hombre, el hombre y la mujer, y todo lo demás debe estar al servicio de este hombre. Pero nosotros hemos puesto al dinero en el centro, al dios dinero. Hemos caído en un pecado de idolatría, la idolatría del dinero. La economía se mueve por el afán de tener más y, paradójicamente, se alimenta una cultura del descarte. Se descarta a los jóvenes cuando se limita la natalidad. También se descarta a los ancianos porque ya no sirven, no producen, es clase pasiva. Al descartar a los chicos y a los ancianos, se descarta el futuro de un pueblo porque los chicos van a tirar con fuerza hacia adelante y porque los ancianos nos dan la sabiduría, tienen la memoria de ese pueblo y deben pasarla a los jóvenes. Y ahora también está de moda descartar a los jóvenes con la desocupación. (…) descartamos toda una generación por mantener un sistema económico que ya no se aguanta».
Permítame el lector mi interpretación de esas frases. Un sistema económico es un conjunto de cosas: un entorno (geográfico, social, histórico) dentro del cual actúa el sistema; un conjunto de ideas y valores sobre la persona, la sociedad, la economía, etc. (de muy diversos niveles y validez); unas instituciones que resumen de algún modo la manera de entender la vida social; una división de funciones entre los agentes económicos; una gama de incentivos, y una teoría (o un conjunto de teorías) sobre el funcionamiento del sistema.
Lo que el Papa Francisco identifica como dañino en el sistema económico vigente me parece que tiene que ver con las ideas y los valores: la concepción del hombre y de la sociedad y, por tanto, de la empresa y del mercado. Lo que falla, según el Papa, es una manera de entender el hombre que lleva al descarte, a la pérdida de dignidad, al maltrato… Es el sistema de ideas y valores el que especifica las instituciones y las reglas que orientan los incentivos de los agentes hacia una determinada división de funciones orientada a la consecución del fin de la actividad económica. Si fallan las ideas, lo demás se resiente. Por tanto, entiendo que el Papa no critica a la empresa, ni al mercado, ni al dinero, que es bueno, pero que se pervierte cuando se convierte en un ídolo al que se adora, es decir, al dinero como fin de la vida, no como instrumento.
Antonio Argandoña es Profesor Emérito de Economía del IESE.
Cuando lei esta declaracion del Papa Francisco me hizo reflexionar y analizar sus palabras. El Papa Francisco es muy claro cuando habla y cuando dice algo, es que lo quiere decir y dijo: «El sistema económico mundial…»
Sistema eeconomico es una expresión muy concreta dentro de la ciencia economica y hace referencia a un conjunto de premisas y postulados precisos. El sistema economico mundial reinante es el capitalismo, que sin negar sus cosas buenas, esta permitiendo comportamientos que afectan las relaciones sociales y la distribucion de la riqueza. «Creo que estamos en un sistema mundial económico que no es bueno» ¿Como saber que no es bueno? Muy facil: Por sus frutos los reconocereis. Y los frutos en los últimos 20 años han sido malos.
Estoy preparando una breve intervención en la jornada que Grup 7 organiza el próximo 1 de Julio en Madrid ( Caixa Forum) y voy a hablar sobre la » cultura del encuentro» que curiosamente es lo opuesto a la » cultura del descarte» y la » globalización de la independencia» . El Papa Francisco nos da un claro mensaje que hemos de recoger y yo desarrollare mi intervención haciendo mención a una de las herramientas con que el ser humano puede llegar a encontrarse con su prójimo a todos los niveles ( social, empresarial, político…) y es nada menos y nada más que la generosidad. Generosidad valiente, honesta, objetiva, prudente, cooperativa…pero generosidad en toda su extensión.
Gracias, Isabel. ¡Ese es el mensaje! Espero que te aplaudan mucho en tu intervención… y que saque, cada uno de los asistentes, su propia moraleja.
Estimado Antonio, tal como dice el Papa Francisco el sistema económico no es bueno y conviene que lo digamos una y otra vez, haya donde podamos hasta que la persona quede en el centro. Nuestro nuevo Jefe de Estado Felipe VI, tiene una oportunidad para brindar un «Reinado para los Pobres».
Un “Reinado para los Pobres”, es sin duda un mensaje de esperanza y de cambio para nuestros tiempos. Un mensaje de esperanza, porque tratará de poner solución, a un injusto y grave problema, no mediante dádivas que no resuelven el mal, sino a través de soluciones innovadoras, procedimientos, planes de formación y capacitación…, que hagan posible su salida de la pobreza y la integración en la sociedad.
Pues creo que nuestro Papa Francisco, sabe mucho más de economía de lo que imaginaba.
Si. El dinero, tal como existe hoy, no vale un pito. Desincentiva el ahorro (que es la fuente última de prosperidad) y se fabrica a raudales para, por un lado, frenar el descontento social y por otro, para enmascarar la realidad eonomica. El valor del dinero, siempre había sido el termómetro de la salud economica. Si este es falso, el diagnostico también lo será. Total, un mundo fantástico que tarde o temprano se desmoronará porque la realidad es la que es. Ya lo decía Paul Volcker, secretario del Tesoro de los EEUU, «El oro es nuestro mayor enemigo».
Moneticemos los metales preciosos creando una moneda sin valor facial.
¿No os habeis dado cuenta de que los chinos llevan años acumulando oro?
Francisco I tiene toda la razón. Por ejemplo, se contrata a un profesor doctoral más por el sueldo que cobrará (ojalá que no sea caro) y por el tiempo que le dedicará (eso sí: que se amanezca con los alumnos si la «prudencia» lo «aconseja») que por su capacidad, que además, la valora un jefe de otra especialidad o el tesorero de turno. Y para evaluar a los directivos de las instituciones se está llegando al extremo de preguntarles si aceptarían dar pagos «por fuera» en caso que lo «aconseje» la prudencia. Es decir, se está «descartando» la consistencia y la eficiencia por la eficacia. Aprendizaje negativo total y global. Lo que no saben es que terminarán descartando a los productores, cosa que ya se ve, gracias al mundial, en los laaaaargos tiempos de espera o en los aviones que se pierden … Al final, habrá que descartar al dinero !!!
http://agoradelpensamiento.com/2013/03/14/la-politica-problema-o-solucion/