Sí, todavía se lleva. La imagen es de la fachada de la Natividad de la Sagrada Familia de Barcelona, la famosa obra de Antonio Gaudí. Representa el nacimiento de un niño, que es Dios, y que tuvo lugar en la historia, en nuestra historia, hace ahora poco más de veinte siglos.
Para los cristianos, la fiesta de la Navidad ocupa un lugar central en nuestra fe. Es el recuerdo de que Dios nos ama, de que no está lejos de nosotros, sino que ha querido venir a compartir nuestra vida. Desde entonces, nada hay en la tierra que sea ajeno a los planes de Dios, porque Jesús nació como hombre, vivió como hombre y murió como hombre, para salvarnos a todos.
Me parece que este recuerdo de la cultura cristiana tiene también mensajes muy importantes para los que no participen de esta fe. Este nacimiento que recordamos estos días nos dice que nuestra vida tiene una dimensión trascendente, que no empieza en nosotros (¿cómo, si no, hemos llegado hasta aquí, sino de la mano de nuestros padres?) ni acaba en nosotros (¿hay tontería mayor que decir que «yo no le debo nada a nadie», o que los demás no me importan?).
Este nacimiento nos recuerda también que estamos aquí porque Dios nos ama. Somos fruto del amor, del amor de Dios primero, del de nuestros padres después, y del amor de muchos miles de personas que nos han llevado hasta donde estamos ahora. Y que estamos llamados al amor. Que nos realizamos cuando amamos; que solo entonces damos lo mejor de nosotros mismos, y que, dándonos, nos hacemos, y nos encontramos, nos conocemos. Los demás no son la ventana por la que vemos el mundo, sino, además de ser la ventana, son el espejo en que nos descubrimos a nosotros mismos. Para los que nos dedicamos a la Responsabilidad social y a la ética, esto es muy importante: aunque no creas en Dios o en Jesús, debes creer, por lo menos, en el amor. Y ponerlo en práctica, claro.
Todavía se lleva eso de felicitar por la Navidad. Nos felicitamos porque ahora nos conocemos mejor, cuando nos vemos reflejados en ese Niño que nos trasciende, que nos ama, que pide que le amemos, que pide que amemos a los demás… Feliz Navidad a todos mis lectores, porque en la Navidad nos hemos encontrado, al tiempo que encontramos a los demás. ¿No vale la pena que nos felicitemos?
Efectivamente felicitarse la Navidad y la mayoría de las festividades aún se lleva, únicamente ha cambiado la forma de hacerlo ya que la gran mayoría lo hacen utilizando sus redes sociales, páginas web o blogs o mediante otros canales en su mayor parte tecnológicos.
Un saludo y felices fiestas!
¡Claro que no está pasada al felicitación por navidad! Quizá para seres de otro mundo a-gnóstico. Muchas gracias por sus artículos profesor y los espero al menos, un año más. ¡Feliz Navidad!
Feliz navidad para todos y en especial a usted don Antonio, por tan importante blog que nos deja una gran reflexión, que Dios lo ilumine.
Apreciado Prof. Argandoña, Feliz Navidad y muy agradecido por sus artículos.
Un fuerte abrazo,
Guillermo Fariñas
Maracaibo, Venezuela
Apreciado profesor Argandoña.
Soy asiduo lector de sus artículos. Me siento inmensamente agradecido por tan buenos consejos y experiencias.
En estos días Navideños quiero hacerle llegar mis mejores deseos de salud, éxito y felicidad y que por muchos años nos siga enseñando a sus seguidores.
Que Dios lo colme de su Gracias y de Bendiciones.
Jesus Alberto Ortega.
Universidad Monteavila
Caracas-Venezuela
Apreciado Profesor
Reitero mi felicitación Navideña, que le envie via correo postal, deseandole que el 2015
sea igual o mejor y que disfrutemos todos los lectores de sus lecciones magistrales
expresadas en sus » blogs» tan didacticos sobre la Etica y la Responsabilidad Social
Lluis Maria Armengou
Feliz Navidad Profesor, que el Señor le guarde
Reitero mi saludo por Navidad al Dr. A. Argandona y a su familia, y agradecer sus valiosos aportes en su blog.
Y dada la oportunidad, quiero expresarles mis mejores desdeos a todos y sus familias, para que tengan una Feliz Navidad, que Jesús, siga en nuestros corazones y vidas, que seamos grandes instrumentos de su amor, para llevar adelante el “Plan de Dios” en este mundo (personas) cada vez mas disperso y falto de la practica de valores éticos y morales por su lejanía de la presencia de Dios.
Feliz Navidad también para usted don Antonio.
Hermosa imagen la de la foto.