Como ya expliqué, continúo aquí con una presentación combinada de temas relevantes en el entorno económico, social y político de las empresas del mundo, especialmente en Europa, en la actualidad. Después de hablar de la «ruptura de consensos», ahora quiero hablar de otros dos bloques de temas.
- Desigualdad. Como ya expliqué, tiene que ver con otros temas, pero me parece que aquí podemos agrupar algunos de ellos, muy relevantes para el mundo de los negocios. Desigualdad puede significar fallo del modelo (capitalista), con manifestaciones políticas, como el populismo, el nacionalismo y el proteccionismo, que estos días están de moda. Fruto de esto son las políticas redistributivas, políticas de suma cero, con costes importantes, que algunos están dispuestos a aplicar aunque produzcan esos resultados negativos para el conjunto. Y ahí entra también la desaparición (parcial) de la clase media, que ha sido tradicionalmente el «colchón» del equilibrio social.
- Y, finalmente, temas que son, en parte, autónomos, pero del todo.
- Menor crecimiento potencial de la economía, menor crecimiento de la productividad, por razones transitorias (exceso de deuda, por ejemplo), falta de demanda (una demografía que favorece el ahorro sobre el gasto), innovaciones menos poderosas (aunque muy positivas para las necesidades de los consumidores), dificultades para competir con las economías de bajos salarios (crisis de educación) o, en definitiva, el fallo de instituciones.
- Deuda muy alta, falsa solución a los problemas a corto plazo, y de costosa reducción a largo plazo.
- Fallos de la globalización, que llevan al menor crecimiento del comercio mundial o a las políticas redistributivas ya mencionadas, para favorecer a los perdedores.
- Medioambiente, cambio climático… Un problema que viene de lejos; un reto y una oportunidad.
- La tecnología, que presenta costes que no sabemos cómo compensar, como la temida pérdida de empleos.
- La demografía, con la caída en la natalidad y el envejecimiento de la población, con sus problemas de bajo crecimiento por falta de mano de obra y de aumento del gasto en pensiones o salud.
- Nuevos modelos de empresa, como la economía colaborativa o el florecimiento de la responsabilidad social de las empresas.
En la primera entrada de esta serie prometí un anexo. Será el tema de la próxima entrada.
Antonio Argandoña es Profesor Emérito de Economía del IESE.
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Todos los procesos humanos están contra-relacionados por el tiempo, profesor. Para que haya crecimiento, auges, caídas, etc.; tiene que haber, o faltar, sincronismo. Todos esos procesos pueden estar co-relacionados positiva o negativamente en cuanto a sus mediciones numéricas pero pasa, como en todos los sistemas coordenados, que las contra-relaciones son muy limitativas. En otras palabras, el sincronismo puede ser la diferencia entre lo posible y lo factible. Para producir algo, es indispensable la coordinación (sincronismo), y si no se da, no hay producto. Los sistemas más grandes absorben los más pequeños, pero los pequeños dependen de la estabilidad de los grandes. Y así, todo es temporal. Pueden crecer al comienzo, dependiendo de los otros procesos, y disminuir después y viceversa. Y todo tiene que ver con todo: sistemas les decía Polo. Pero la clave es que haya sincronismo para que no desaparezcan.
Eso ya se ha estudiado bastante bien gracias a la contra-varianza del tiempo que sincroniza todo lo que es factible. Los índices de estabilidad y curvas de inestabilidad se han estudiado para espacios de estado. Lo que falta hacer es algo así como ampliar el sincronismo a copias, propias. Como hace el ADN en el caso de los seres vivos. La sociedad está viva, pero la economía es una forma de enfocarla mediante números que son su «ADN sistémico».
De lo que se trata es de que las asimilaciones de ese ADN, adaptándose a su entorno, le permitan crecer a por los menos, «alimentarse» sincronizadamente.
Esto último no se hace pero es lo que yo propongo en mi libro de La Constante. (No quiero parecer chulo, pero qué me queda).
La aparición de estadísticas como las de Einstein o Fermi, permiten los estudios co-contra-variantes que simulan las asimilaciones factibles o no. Reconozco que no es algo fácil de hacer pero hay que hacerlo dada la situación social en que nos hallamos.