Hace ya tiempo me contaba un padre que, a la puerta del colegio de su hijo, este señalaba a un compañero suyo: «Aquel, de la bufanda azul». La piel del chico señalado era de otro color, pero lo identificaba por su atuendo, no por el color de su piel, y el padre estaba orgulloso de él. Se lo conté unos días después a un colega, que me comentó: «Pero si era de otro color, ¿por qué hacer como si no lo fuese? ¿No es más lógico decirlo, y mostrar que, por encima de ese detalle externo, es su amigo y lo valora como tal?».
Entiendo ambas posturas. El padre orgulloso valoraba el esfuerzo de su hijo por pasar por alto un detalle que otros podían tomar como un acto de discriminación. Mi amigo miraba la realidad y se preguntaba: ¿qué ganamos ocultándola? Seguramente pensaba que, a fuerza de ocultar trozos de la realidad, podemos acabar viviendo en la irrealidad, por no decir en la mentira.
Me acordaba de esto al leer la noticia de la firma del Protocolo de adhesión al Proyecto para el diseño, implantación y valoración de un proyecto de curriculum vitae para la selección de personal en que se oculte información sobre el sexo del candidato y otras informaciones. Ojos que no ven, corazón de no siente, dice un refrán español. Que, en este caso, significa: si no sé si el candidato es hombre o mujer, prescindiré de esa información y mi decisión será más correcta. Me temo que no, que el director de personal tiene otros recursos para no contratar a quien no le guste, pero no seré yo quien objete a esto. Como en el caso del chico de la bufanda azul, nos parece que no hablar de ciertas cosas resuelve los problemas. Pero la gente aprende, y lo hace por vías que no sabemos por dónde circularán. En la sociedad de la información, no sé si la supresión de la información, o su ocultación, es una solución a problemas que pertenecen más al ámbito ético. O quizás al de la cultura. O al de los buenos modales. O simplemente al gusto. A ver cuándo nos prohíben decir que tal película no nos gusta porque el protagonista es bajito o gordo. ¿Será quizás esto un paso más en el progreso de la postverdad?
Efectivamente, independiente del sexo todos somos iguales y hay que evitar al discriminación entre personas, ya sean, jóvenes, maduras, guapas o feas. Esperemos que poco a poco el mundo se arregle.
En Reino Unido es obligatorio el currículum ciego. Creo que es acertado para evitar la discriminación por edad, sexo o raza. Todo evoluciona, y debemos comprender y adaptarnos. Muchas gracias Profesor.
Utilizar el CV ciego solo significa que nuestra sociedad es injusta. En un mundo justo deveriamos poder ir desnudos. Literal
Mi impresion es que la gente joven no tiene ningun problema para llamar a las cosas por su nombre y decir que alguien es negro, o chino, o cualquier otra cosa. Algunas personas mayores, con la mejor buena fe, sí que prefieren utilizar eufemismos.