José Antonio Lavado me invitó a la Jornada sobre Ética a tres bandas que desarrolló beethik en Barcelona y Madrid en la primera mitad de octubre; no pude asistir, pero he recibido unas reflexiones sobre la Jornada, y me apunto a hacer algunos comentarios. No citaré a las personas concretas, para no convertir esta entrada en un listado de quién-es-quién en la ética en las organizaciones.
- En estos casos se aprende mucho: no es una pérdida de tiempo, si los ponentes saben del tema.
- «Hay que ir a los fundamentos». No estamos hablando de cómo mejorar la cuenta de resultados o de cómo lavar la imagen. La ética no es un añadido, sino que forma parte de la buena dirección de la empresa. Esto lo comentan varios de los ponentes. Hay que «crear empresas orientadas a un propósito, con base ética, orientadas a tener un impacto positivo en la vida de las personas». Esta idea del propósito está adquiriendo consistencia: ¿para qué queremos nuestra empresa? Las motivaciones serán muchas, y cada persona tendrá las suyas, pero hay algo que tiene que estar por encima de todas ellas.
- «Generar diálogo, crear cultura». Uno de los ponentes utiliza la expresión «gestionar cultura»; reconozco que me chocó, pero luego me di cuenta de que tiene sentido. Lo lógico es que en una organización grande haya varias culturas, más o menos coherentes entre sí (lo mismo que en un país, una región o una ciudad), y hay que gestionarlas, para que se decanten, no hacia lo que le gusta al que manda o a lo que decide la mayoría, sino hacia lo que permita la supervivencia, mejor, el progreso de la empresa y de las personas. Y para eso necesitamos el diálogo: formal, a veces, pero mucho diálogo informal, de «máquina de café». Y eso no es perder el tiempo, si los contertulios tienen claro para que están en la empresa.
- «Las organizaciones honestas y éticas gestionan mejor los riesgos, generan más confianza en terceros, crean un buen clima de trabajo y, en definitiva, son más competitivas». Una bonita descripción de por qué hay que ser ético en la empresa: porque es la única manera de ser un directivo o empleado excelente.
- Los consumidores tienen un papel, a la hora de exigir la ética en las organizaciones. De acuerdo. Pero no me parece que vayan a ser el motor más importante del cambio ético, al menos mientras no movilicen a los directivos y empleados.
- «Tenemos las herramientas» para hacer ese cambio ético. Otra vez me llamó la atención, pero otra vez volví a encontrar la interpretación más favorable. Herramientas quiere decir aquí, «maneras de hacer las cosas»: alguien tiene una idea, la comenta con otro, se van a ver al jefe, este convoca a un par más, alguien hace un borrador… Lo que me sonaba mal era entender herramientas en el sentido administrativo: tenemos el código de buena conducta, el director de Compliance, el de Responsabilidad Social, el comité de esto y lo otro… Las herramientas hacen falta, son importantes, pero las organizaciones no cambian a base de herramientas, sino de voluntad, de actitud, de virtudes…
Bueno, por hoy ya hay bastante, seguiré otro día.