No lo digo yo. Lo dice un economista famoso, Lawrence Summers, profesor de Harvard, de cuya Universidad fue Presidente, y ex-Secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Y lo dice en el Financial Times, en un artículo titulado «He descubierto el resto de América en mis vacaciones de verano» (aquí, en inglés, claro). El artículo ha dado lugar a muchas cartas y comentarios por parte de los lectores. El argumento es muy sencillo: cruzando el país de Este a Oeste, Summers descubrió un «modo de vida» muy diferente del que estaba acostumbrado. Extensiones inmensas desiertas, pueblos abandonados, lugares inhóspitos, bares en los que la televisión no se conectaba nunca a las noticias del día, gente cuyas conversaciones giraban siempre sobre asuntos locales, muy lejos de lo que preocupa en la Costa Este o en la del Oeste. «Letreros de cenas organizadas por la iglesia del pueblo, clubs de caza y ferias locales, en número muy superior al de anuncios de política o comerciales… Lo que vi en mi viaje fue cuán profundamente diferentes son los estilos de vida en Estados Unidos. Y empecé a entender, mejor que antes, a los que viven como lo hicieron sus padres en pequeñas comunidades, próximas a la tierra». Y muy lejos de los modelos que elaboramos los economistas, acoplados a datos estadísticos y verificados con la realidad de los mercados.
Hemos de agradecer la humildad de un gran académico, que reconoció el descubrimiento de una realidad que nunca, ¡nunca!, había llegado a conocer, y que estaba muy cerca de su casa. La moraleja que yo saqué para mí fue: ¿me está pasando esto también a mí? No quise contestarme, pero sí constaté que a mi alrededor sí que pasa, y mucho -y sospecho que a mí también. Ya conté una vez, a propósito de la victoria electoral de Trump, cómo una votante demócrata, feminista y muy de izquierdas, llegó a la misma conclusión: hay mucha gente que no opina como yo. Más aún: que no vive como yo, que tiene otras preocupaciones, otras inquietudes, que esta vez se han puesto de manifiesto en las urnas, pero que otras veces se cruzan con las mías, sin que yo me entere. Es una diversidad que no figura en nuestras estadística. Es cómodo decir que «están atrasados», «son conservadores», «no se dan cuenta de lo que pasa»… Pero algún día vale la pena hacer el ejercicio físico, à la Summers, de ir a verles en su ambiente. O, al menos, el ejercicio mental de pensar: ¿por qué piensan de esta manera?
Como empresa especializada en el campo audiovisual que somos, contamos con un equipo de profesionales con alto nivel de especialización y con el material más moderno y funcional para cubrir todas las necesidades audiovisuales que requiera, tanto a nivel particular como empresarial.
Bazar del Cineista somos una empresa malagueña fundada en el año 1971. Desde nuestros inicios nos especializamos en servicios audiovisuales, alquiler de material audiovisual y alquiler de equipos. Continuamente estamos modernizándonos para adaptarnos a los grandes avances tecnológicos.
Me gustan mucho tus escritos, son muy acertados. Muchas veces, tener la capacidad de relacionar y transferir lo que nos ocurre en un lugar, a otro (como también describes en el artículo de el hogar es también una empresa) nos aporta una visión mucho más eficiente.
Muy de acuerdo. Esa deformación profesional no es exclusiva de los economistas, se llega a pensar que la realidad es como yo la veo, no como es, algo invevitable. Aquí cabe aquello de que los viajes ilustran y de que no hay que ir tan lejos para darnos cuenta de que muchos viven de un modo diferente.
Antonio, le sigo desde hace muchos años. Por definición el economista: es aquella persona que estudia y analiza tanto las causas como consecuencias de los fenómenos económicos que involucran costos y beneficios, a través del cual estructura, interpreta y elabora modelos y leyes.
Sin duda alguna nos fijamos en generalidades pero no en aquellos matices que pueden conformar realidades.
Hasta su siguiente publicación!
Summers fue Presidente de Harvard de 2001 a 2006 y expulsado de esa universidad por defender hipótesis poco ortodoxas.
Summers al alimón con otro colega dice que escribió: «Creo que la lógica económica detrás del vertido de una carga de basura tóxica en el país de menor salario es impecable, y debemos hacernos cargo de eso. […] Siempre he pensado que los países menos poblados de África están en gran medida SUB-contaminados»
Cuando en mis viajes, sobre todo en Europa, me encuentro con amigos y la familia la conversación siempre nos lleva a que les explique lo que sucede con la política en EE.UU (vivo aquí desde hace más de 40 años) y sobre todo el «fenómeno» Trump. En pocas palabras les digo: Es que muchos en Europa creéis que EE.UU. son Boston, Nueva York, Washington, Los Ángeles y San Francisco y no os dais cuenta de que hay un EE.UU profundo, ignorante de las cosas más allá de su vecindario, indiferente, localista, bajo de miras Y el mismo Larry Summers es un buen ejemplo de la otra cara: Un hijo de la élite de las primeras tres ciudades, de la costa este, se da cuenta solo ahora de lo que es su país. Y él es típico de los progresistas educados de las costas este y oeste. Vivo en Washington y a una hora de mi casa hay pueblos donde las tiendas son de licores, implementos agrícolas, de monturas de caballo, rifles, ametralladoras, pistolas, que se pueden comprar de inmediato, gente que no se entera de lo que pasa en Washington ni en el resto del país. Gente que no sabe cuáles son los estados de EE.UU.ni ninguna de sus capitales, excepto la del suyo, si acaso. En España hay noticias diarias de EE.UU., pero aquí solo se publican algunas de Europa en esas 5 ciudades.
Excelente articulo, que bueno y cuanto bien hace acercarse de vez en cuanto a la realidad del ciudadano de a pie.