Las cosas que nos dan gratis

Hace unos días necesitaba conocer la fecha de publicación de un artículo de un autor poco conocido. Entré en Google, puse su nombre y algunas palabras del título y, casi en el acto, me apareció la información que necesitaba; cerré el buscador y seguí trabajando. Y luego me pregunté: ¿cuánto me ha costado esa información? En dinero, cero. Bueno, es verdad que hay un pago por el uso de la red, pero es un precio fijo: el coste marginal de mi búsqueda era cero. Y el tiempo perdido, prácticamente cero.

Y entonces me pregunté: ¿cómo aparecerá esto en la contabilidad del Producto Interior Bruto (PIB)? No aparecerá. Bueno, aparecerá mi pago por el uso del buscador, pero no mi búsqueda concreta. El lector me dirá que yo puse a disposición de otros mi interés por un tema, y que ellos se pueden aprovechar (hace unas semanas me llamó la atención un anuncio de Bassols, una empresa textil en que había trabajado mi padre cuando llegó a Barcelona, hace 90 años; busqué la información y… desde entonces, casi todas mis visitas a la web van acompañadas de un anuncio de sábanas Bassols). Pero eso tampoco aparece en el cálculo del PIB.

¿Qué quiero decir con estos comentarios? Que nuestro nivel de vida ha crecido mucho más de lo que recoge la contabilidad nacional, que mide solo lo que tiene un precio; por tanto, el rato que un pasajero del autobús pasa mirando su móvil no le aporta nada según el producto interior bruto, pero le da un servicio gratuito, que genera lo que llamamos los economistas «excedente del consumidor». La idea es interesante: si yo estaria dispuesto a pagar veinte céntimos de euro por distraerme durante mi viaje en autobús, tengo eso gratis, de modo que «me llevo» veinte céntimos que no figuran en el cálculo del PIB.

Esto tiene que ver con una entrada anterior, en que hablaba de las críticas y defensas del capitalismo. Cuando decimos que la próxima generación probablemente no vivirá tan bien como la nuestra, lo estamos diciendo con los cálculos del PIB en la mano, pero sin contar el hecho de que, cuando yo era joven, no tenía nada que hacer mientras viajaba en el autobús, mientras que los de ahora tienen algo que, además, es gratis.

Lo que no significa que su vida sea mejor que la mía. En mis viajes en autobús pensaba, hablaba con otras personas, miraba lo que pasaba en la ciudad y no me aburría. ¿Es, realmente, una mejora el tener un móvil para ver cosas que, a lo mejor, no me interesan, o no me proporcionan verdadero valor? ¿Cuél es el verdadero excedente del consumidor de lo que me ofrece mi móvil?

4 thoughts on “Las cosas que nos dan gratis

  1. Todo lo que tiene que ver con economía y comparte usted profesor es completamente positivo. Muchas gracias por dejar parte de sus sabiduría a través de estas reflexiones. De igual forma, pasando un poco más al mundo de las finanzas, ¿cómo ve el panorama de inversiones en la actualidad?

    Saludos.

  2. Aquí desde Lima, estamos celebrando a Santa Rosa. Quizá no sepa, profesor, que se celebra una semana después que ustedes porque, si bien murió el 23, el olor a Rosa que despedía se aprovechó una semana. Y para dar fe de ello, nada menos que el Papa Clemente IX (Julius Rospigliosi, con J porque se latinizó el nombre) confirmó lo dicho por mis parientes que llegaron en 1575 aprox., y se tomó una plancha de su rostro para inmortalizarla. Incluso hubo un boliviano (alto Perú en esa época) que quiso cobrar las 17000 guineas destinadas para ello cambiando su apellido. A raíz de aquello se instalo el fuerte Tacna y el oratorio de esa heróica ciudad es ahora la catedral. Si busca Santa Rosa no aparecerá nada de esto, porque afecta intereses creados

    1. Muchas gracias, Javier, siempre se aprende de los amigos cuando tenemos una conversación (virtual, en este caso) distendida. Un abrazo,

  3. Estimado Antonio; cuando ponemos PIB en google, nos encontramos con
    65.100.000 resultados, sin embargo al poner IDH aparecen solamente
    9.770.000 resultados.
    Espero que llegue el día donde las cosas cambien y nuestras inquietudes y trabajo para mejorar el «índice de desarrollo humano», sobrepasen en mucho a las del PIB.
    Saludos,

Comments are closed.