Ya he contado otras veces que aprovecho todas las ideas que me parecen interesantes, y que las copio sin ningún recato, de modo que no puedo acreditar su autoría. De hecho, el primer libro que publiqué, una versión ampliada de mi tesis doctoral, contenía cientos de notas a pie de página, porque entonces yo sabía quién me había regalado las ideas que allí volcaba. Ahora esto me resulta imposible. Por eso, cuando encontré hace unos días unas notas antiguas que había encabezado como «actitudes en la empresa», me dije que las tenía que publicar sin falta. Ahí van, sin mucho orden:
- Comprender las convicciones de los otros, aunque no las compartamos o aceptemos. O sea, tener una visión amplia de la vida y entender que otros ven las cosas de modo distinto al nuestro.
- Reconocer a los demás como son. Mirarlos con afecto. Eliminar prejuicios. Descubrir lo bueno que tienen, porque cada persona es única.
- Aprender a tratar a cada uno como le conviene (que no quiere decir como a él le gustaría que le tratásemos, por ejemplo, elogiando todo lo que hace y pasando por alto sus errores).
- Crear armonía en el lugar de trabajo. No ser pasota, ni conflictivo. Afinar en lo propio sin negar lo de los demás… y ¡cambiarán!
- Ser afables, pacientes, alegres, optimistas… Que se sientan acogidos -lo que implica que debemos luchar por mejorar nuestra carácter… a cualquier edad.
- No ser demasiado categórico al expresar la propia opinión. Distinguir lo que es opinable de lo que no lo es.
- Ser sinceros. Nadie se fía del mentiroso.
- Compartir los propósitos que tenemos en la vida lleva a hacer amigos, que trabajan uno junto al otro, en la misma dirección.
- Aceptar nuestra vulnerabilidad: ofreciendo nuestra amistad corremos el riesgo de no ser comprendidos o aceptados.
- Favorecer la espontaneidad, tener iniciativa.
- La felicidad no depende de los éxitos o fracasos que tengamos, sino del amor que recibimos y, sobre todo, que damos.
Al llegar a este punto, me doy cuenta de que esos son consejos no solo para la empresa, sino para la vida.
Buenos días y muchas gracias por sus posts. No lo tuve de profesor pero me gusta leerlo. Le confieso que intento aprender y siempre me sorprende positivamente. Hoy con la once frases que son válidas para cualquier grupo humano. Once perlas de como cuidar a las personas y sus relaciones. Me interesa mucho el desarrollo del talento grupal. Muchas gracias por el resumen.
Buenas tardes,
Agradezco las publicaciones que realiza, ya que son de enorme interés para mí.
Actualmente estoy realizando mi TFM sobre los valores que deberíamos desarrollar los docentes en los alumnos, para que en un futuro se conviertan en trabajadores responsables y puedan llegar a desempeñar roles directivos con responsabilidad.
He accedido a parte de su publicación del año 2011 en Relación a los «Directivos con valores, empresas con valores». Y estaría interesada en poder acceder al contenido completo.
Le agradecería que me pudiera indicar cómo contactar con usted a tal fin.
Saludos cordiales, Cristina
Encantado, Cristina. Envíame un mail a argandona@iese.edu
Aquí está causando delirio el tema de un cierto virus que anda por allí.
Le pregunto a todos si tienen alguna opinión, aunque no se si este es el camino para tratar el asunto. Cordial saludo.
Hola Don Antonio Argandoña y todo el mundo. Este magnífico tema, y las y los compañeros que lo comentan, me pillan al llegar yo, en este día, a los 74 años. Justo el buen momento para comenzar a vivir, como nos decía Don Vicente Cacho Viu, entonces catedrático de Historia en la Universidad de Navarra. ( 1963-1968). Creo que él acababa de llegar él desde Argentina, aunque no estoy totalmente seguro, pues también había llegado Don Ismael Sánchez Bella., Qué tiemos aquellos. Trataremos de repasar todo eso, los apuntes de clase, los que queden, y , aprovechar todo lo que nos viene del IESE y sus colaboradores. Buena Pascua.
Me ha parecido estupendo, porque en realidad sabemos que hay una Actitud bastante pésima en gran parte de las empresas.
Artículos así son motivadores querido Profesor.
Y el Epílogo es lo mejor…consejos para la vida.
Me fascinó lo de: «No ser demasiado categórico al expresar la propia opinión. Distinguir lo que es opinable de lo que no lo es». Los números no son opinables por definición: Polo decía que son el éxito de la concausalidad. Para el caso de la empresa, hay números menos opinables que otros, por decirlo de algún modo. Los «más absolutos» son la energía, impulso, momentum y entropía. Que se corresponden, en la empresa, con su valor relativo (energía), su velocidad de intercambio (impulso), el mercado oferente-demandante (momentum) y qué tan eficiente es su organización (entropía). La opinabilidad de su invariancia numérica no debe ser desechada por la RSC