Como economista, formo parte del Colegio de Economistas de Cataluña, y formo parte de su Comité de Normativa y Ética Profesional. En el Colegio tenemos unos Principios Deontológicos, aprobados hace ya bastantes años, que dan mucho juego. Hace unos días me preguntaron si el comportamiento ético de los economistas consiste en cumplir esos Principios. La respuesta fácil es sí. La respuesta completa no es tan sencilla.
Hay muchas maneras de entender la ética: por sus consecuencias, por los principios, por las virtudes… Los Principios Deontológicos son eso, principios. Pero la ética me parece que tiene que ver con lo que es bueno o malo, hacer el bien o hacer el mal.
Claro que la pregunta siguiente es: ¿y qué es bueno o malo? ¿Para quién? Para las personas, claro. La ética consta de bienes, principios y virtudes. Los principios ayudan a entender lo que son los bienes. El principio de legalidad dice que hay que cumplir la ley (justa); cumplir la ley es bueno. El principio de objetividad dice que el economista debe ser objetivo en sus valoraciones y recomendaciones; no ser objetivo, dejarse llevar por los prejuicios o intereses no es bueno.
Pero, en un caso concreto, ¿ha sido objetivo el economista, o se ha dejado llevar por sus preferencias subjetivas? Eso es lo que nos toca dilucidar en el Comité de Normativa y Ética Profesional, si se presenta una denuncia por falta de objetividad en la actuación de un experto. O sea, el principio está muy bien; la aplicación del principio a un caso concreto exige algo más que la literalidad de una enunciado. Aquí aparece la virtud del economista y, si llega la denuncia al Comité, la virtud (experiencia, práctica, reflexión, estudio… y más cosas) de sus miembros, para conocer qué es lo objetivo en el caso concreto, y determinar si el economista fue objetivo o no.
El Colegio hizo muy bien al aprobar los Principios Deontológicos, pero no pudo ir más lejos a la hora de aconsejar a sus colegiados. La ética profesional arranca de los principios, pero va mucho más lejos.
La ética se refiere a los problemas morales. La incompetencia (profesional) surge cuando hay conflicto entre la técnica (lo que se puede o no se puede) y la moral (lo que se debe o no se debe). La ignorancia, hoy por hoy de esa diferencia -la ética como ciencia o arte y la técnica como ciencias o artes- es la incompetencia. Los principios de esas ciencias están mal fundamentados, por eso la inoperancia. Polo lo resuelve distinguiendo entre ideas (Platón) y razonamientos (Aristóteles). Recomiendo releer su Curso de Teoría del Conocimiento volumen 4 (tiene 2 tomos), MUY BUENOS los dos
Y que van a hacer frente a la rapacidad y discriminación de las farmacéuticas productoras de vacunas contra el covid-19 con sus capitalistas requisitos de confidencialidad que dejan a los países pobres en situación muy grave ante la pandemia? Por favor, levanten la voz, hagan escuchar el clamor de los pueblos discriminados!!!