En la Home Renaissance Foundation de Londres, de la que he hablado algunas veces en este blog, nos estamos planteando cómo influye el concepto de hogar en las personas desplazadas, principalmente emigrantes, en su propio país o en el otro, y cómo esto nos lleva a reconsiderar lo que caracteriza al «hogar» en un mundo en el que esta realidad ha desaparecido, aunque solo sea temporalmente, para mucho millones de personas.
¿Existe un derecho a emigrar? Sin duda. Mis padres fueron emigrantes, y rara es la familia en la que no aparece algún antecesor procedente de otra comarca, país o continente. El ser humano ha tenido siempre la «tentación» de buscar algo mejor para su vida y la de los suyos: es ley de vida. Todas las civilizaciones importantes han reconocido ese derecho, no ilimitado, pero, sin duda, existente.
Hay muchos factores que explican la necesidad de emigrar: guerras, hambres, persecución política o tribal, desempleo, pobreza, cambio climático… y oportunidades económicas, de nivel de vida, de educación… No hay un solo modelo de emigrante. Y sus consecuencias serán también muy variadas. En Europa se quejan algunos de que los emigrantes se comen nuestro pan; quizás están ocupando los puestos de trabajo que nosotros no deseamos, pero luego contribuyen también a la generación de riqueza en nuestros países, a la variedad cultural… Y, cuando vuelven a su país, aportan nuevas capacidades y culturas, envían sus remesas de dinero, enriquecen su cultura…
Nuestro proyecto es escuchar a los expertos que han estudiado ese fenómeno, para enriquecer nuestra manera de entender lo que era un hogar para ellos en su país o región de origen, lo que es durante el traslado (por ejemplo, en un campo de refugiados), lo que esperan conseguir en su destino final, lo que consiguen, cómo se relacionan con los nacionales, cómo se enriquecen unos y otros y, claro, también qué conflictos se producen. Ya os lo iré contando.
Las migraciones han sido y son necesarias siempre, con derechos y obligaciones. Debemos comprender y aceptar como países democráticos algo esencial.
Aceptar que somos un mundo multicultural y todos nos necesitamos.
Abrir nuestra mente … estupendo artículo Profesor. Muchas gracias.
Como dice Juan García (poliano): “De acuerdo con este fin, parece que lo más perfecto en el universo es el lenguaje, la comunicación animal; y no sólo el organismo humano, o su cerebro, que es una opinión muy extendida”, es decir, en términos de esta entrada, más se logra comunicando que con estructuras pre-establecidas. Es lo que Polo llamó “deriva creciente” del universo