A menudo hay que volver sobre los buenos escritos a los que uno acudió hace años. Esto me ha ocurrido ahora con un artículo de Robert J. Sternberg en el European Psychologist (septiembre de 2004) que se titula «Why Smart People Can Be so Foolish». Sternberg comenta las cinco disposiciones que llevan a tomar decisiones insensatas incluso a personas inteligentes:
- Optimismo irrealista: haga lo que haga, saldrá bien, porque soy un tipo listo.
- Egocentrismo: el único interés relevante en esto es el mío.
- (Falso) sentido de omnisciencia: sé todo lo que hay que saber sobre esto.
- (Falso) sentido de omnipotencia: puedo hacer lo que quiero.
- (Falso) sentido de invulnerabilidad: estoy protegido de cualquier cosa que me pueda pasar.
Una persona puede ser lista, pero no siempre es sabia. Sternberg define la sabiduría como el equilibrio entre los intereses intrapersonales (del agente), interpersonales (de los otros relacionados) y extrapersonales (de gente está fuera del ámbito de mi decisión), a corto y a largo plazo, un equilibrio que se busca entre la adaptación al entorno existente, la configuración de ese entorno y la selección de nuevos entornos. «La sabiduría, dice Sternberg, no consiste en la maximización del interés propio, sino en el equilibrio entre el interés propio (intrapersonal), el de los otros (interpersonal) y los intereses de otros aspectos del contexto en el que uno vive (extrapersonal)».
La sabiduría así presentada depende de las circunstancias de cada momento. Consiste en recibir procesar la información relevante en cada caso, compararla con la información que se tenía para ver cómo cuadra una con otra, y combinar esas piezas de información para ver cómo cuadran entre sí.
«Los costes de la necedad pueden ser altos. Para reducirlos hay que entender esa necedad. Ese entendimiento procede de ver la necedad como el resultado de un desequilibrio que resulta de los sentimientos de optimismo irrealista, egocentrismo, omnisciencia, omnipotencia e invulnerabilidad».
Un artículo de gran rigor. Actualmente estamos rodeados de necios. Observando la velocidad de los acontecimientos políticos, económicos y sociales, creo que se toman malas decisiones o simplemente no se toman. Sería interesante un Comité Sabios en diversos ámbitos, dado el escaso nivel cultural e intelectual.
Y debo añadir otro ingrediente, la falta de educación, valores y civismo.
Con mis palabras suscribo su excelente post y elogio el epílogo.
Como siempre, muchas gracias querido Profesor.
Estimado Antonio, muy interesante el tema y la importancia de tomar buenas decisiones. La sabiduría nos ayuda a saber vivir. Es por ello, que la sabiduría, puede encontrase en cualquier persona que saber vivir. Hay muchos que a pesar de sus conocimientos, de su cultura, de su posición…, no saben vivir, incluso pierden la vida de forma anticipada, por no saber cuidar su seguridad y su salud.
Saludos cordiales,