¿Existe una empresa «milenial» (millennial corporation)? Según un reciente paper de Michal Barzuza, Quinn Curtis y David H. Webber, sí, existe. Su tesis es que los cambios recientes que observamos en el auge de la inversión socialmente responsable, el desarrollo de la gestión para los stakeholders y la creciente relevancia del consumo, la inversión y el empleo son fruto del peso que está adquiriendo la generación milenial (nacidos aproximadamente entre 1980 y 2000) y cada vez más la generación-Z (nacidos entre mediados de la década de 1990 y mediados de los años 2000).
Lo que caracteriza a los milenials, según este artículo, es su progresiva orientación social, su tamaño y su peso económico como consumidores, empleados e inversores, su identidad política/económica (que se hace presente en todas las facetas de su vida y, en lo que a nosotros nos concierne, en el puesto de trabajo, en la tienda y en la cartera de inversiones) y su sofisticado uso de los social media para controlar y castigar a las empresas que no cumplen con sus expectativas. Y esto hace que los directivos no tengan otro remedio que adaptarse a esas nuevas exigencias.
Si esto es así, no estamos ante una moda pasajera, sino ante algo que cambia radicalmente la concepción de la empresa. No se trata de una propuesta normativa, sino positiva: lo que dicen los autores es que ese cambio se está produciendo, es inevitable, pero no es necesariamente un cambio necesario. Es, eso sí, un fenómeno nuevo, que será duradero, que tendrá efectos dramáticos en la conducta de las empresas y los mercados financieros, y que requerirá cambios en los modelos que usamos.
Y supone también, dicen, una reducción del poder de los directivos, que se encuentran ahora sometidos a nuevas presiones exteriores, teniendo que crear valor para todos los stakeholders. Puede ser, en efecto, una revolución. Pero a mí me parece que los que consideramos que la empresa es responsable de sus impactos en la sociedad, como venimos diciendo desde hace décadas, esto no es un cambio radical. En el fondo, nos están diciendo que hay que escuchar a todos los interesados, a todos, a la hora de valorar esos impactos. Si es así, bienvenida sea la empresa milenial… ¿O tienen mis lectores otro punto de vista sobre esto?
La mayor de mis hijas, Marta a sus 30 años trabaja en una empresa en Londres que crea valor y cumple ISR. Además colaboran con una Charity de niños de las llamadas Enfermedades Raras.
Aún deben avanzar pero están consiguiendo objetivos nobles.
Gracias Profesor por hablar de esta Generación tan criticada en España…
Estimado Antonio, que agradable noticia. Sin duda el mundo es bipolar y es de agradecer que la generación milenial, se contraponga a la tradicional forma de proceder, dirigida por el ídolo dinero y la arrogancia del poder. Espero que esta nueva generación ponga en el centro a las personas y sitúe a las empresas en su misión de servir a la sociedad.
My joy knew no bounds because I had saved the life of a boy, who happened to be my old classmate. It was a day of great joy and happiness. Not only did I secure the second position, but also did a brave and noble act by saving a boy from the jaws of death. This day would go down as one of the happiest days of my life