Leí hace días un comentario sobre la diferencia (en inglés) entre pity (lástima, pena) y compassion (compasión). Sentir pena por alguien es compatible con considerarlo una persona inferior, un fracasado, a quien se puede compadecer, aunque, a menudo, lo que necesitan esas personas no son unas palmaditas en la espalda, o hacerlos un favor, grande o pequeño, sino ayudarles a hacer frente a sus problemas con decisión, para sacar el mayor provecho posible de una situación desfavorable. Manifestar lástima puede ser un medio para que la persona se sienta víctima, lo que no suele ser el mejor medio para ayudarle.
Sentir compasión es conectar con esa persona y ayudarle: si necesita un favor (dinero, por ejemplo), se le da, pero lo importante es ayudarle a superar la situación. O, si no puede superarla, a hacerle frente para que pueda aprender a sacar experiencia de esa situación y crecer como persona. El que siente compasión no juzga, sino que se vuelca a ayudar al que lo necesita en todo lo que necesita, es decir, a ser como un pilar en el que el otro pueda apoyarse.
En la empresa es frecuente encontrarse con una persona que tiene un problema o dificultad, y ante ella podemos manifestar nuestra pena por lo que le pasa o nuestra compasión para ayudarle a superar su situación. ¿Nos enfrentamos al problema o a la solución? Lo primero es decirle que lo sentimos. Lo segundo, ver qué podemos hacer para ayudarle a sacar provecho de ese problema. Y esto será algo importante para los directivos de esa empresa, si quieren ser verdaderos líderes, también cuando enseñan a sus empleados a hacer frente a sus problemas.
Hace unos días se presento un caso concreto con un talento humano, esta persona por azares del destino presento carga familiar heredada, ¿ qué hacer ?, esa persona es un valor para la empresa, ¿la empresa debe perder ese talento?, yo creo que debemos proporcionar al trabajador opciones a fin de solucionar algún tipo de conflicto temporal, como por ejemplo: si mi personal es valioso y tiene un problema respecto a donde puede dejar a su pequeño hijo, entonces dependiendo de los ingresos económicos quizá me interese colocar una guardería al interior de mi empresa, ello a fin de que mi personal pueda laborar cómodamente y brinde no solo su profesionalismo, sino también gratitud y sobre todo compromiso de trabajo, para evitar fuga de talento.
Sólo en las empresas con verdadero liderazgo puede existir la compasión. Pienso que va unida a la eficacia y si realmente un líder sabe ser compasivo puede lograr grandes resultados en su equipo.
Gracias por recordar esta gran virtud Profesor.
Estimado Antonio, creo que la compasión y la indignación deben ir unidos como sentimentos, que nos ayudan a proceder con justicia y amor.
Me encuentro totalmente de acuerdo con Ud. en efecto el amor y la justicia son valores que no se pueden desvincular en este caso.