Es un «nicho de mercado» que se está desarrollando, la inversión transformativa, que algunos llaman «inversión anticapitalista» (aunque esto parezca una contradicción). ¿Qué vas a hacer con tu riqueza si, por ejemplo, no tienes descendientes a quienes dejársela? ¿Regalarla a una organización no gubernamental, o dejar que se la quede el Estado? Quizás responderemos que para eso está la inversión socialmente responsable (ISR). Pero la idea va mucho más lejos de una inversión que cumpla con los requisitos de ASG (medioambiente, social y de gobernanza), que incluye la idea de obtener una rentabilidad adecuada y que no siempre resulta atractiva por sus dimensiones supuestamente sociales y éticas.
Ahora se trata de contribuir a una sociedad más justa, repartir mejor la riqueza, aspirar a que cada persona tenga acceso a un mínimo de activos a su disposición (vivienda, fondo de pensiones, etc.), repartir mejor el control de ese dinero para que esté mejor repartido… La idea de seguir alimentando a una máquina que genera cada día más millones y los concentra cada vez en menos manos no gusta a muchas personas ricas, que buscan otro uso para su dinero.
Hay alternativas para ello, como invertir en B-corporations, o en empresas pequeñas de carácter comunitario (cooperativas, por ejemplo). El problema es que los expertos en finanzas no suelen moverse en ese ámbito, lo que reduce las posibilidades de llevar a cabo inversiones inteligentes, útiles y socialmente responsables, que cumplan los objetivos de redistribución y control mencionados antes. Por otro lado, una inversión que se lleva a cabo ahora no siempre puede garantizar la continuidad del proyecto social: la cooperativa puede acabar en manos de una multinacional, o la pequeña empresa comunitaria puede crecer hasta convertirse en una empresa capitalista más.
Leí hace poco que, en los próximos 25 años, los baby boomers norteamericanos pasarán a la siguiente generación 68 billones (españoles, trillones americanos) de dólares de riqueza. No faltará mercado potencial para la inversión transformativa que, además, cambiará el panorama de las herencias…
Como siempre Antonio, un gran artículo. Está muy bien invertir en una sociedad más justa, ya que falta hace, pero a veces pienso que no sirve de nada 😫 Hace poquito tiempo me fui a desconectar a un hotel burbuja en Toledo que se llama Mil Estrelles y eso hace recapacitar muchas cosas de cómo está la sociedad hoy en día.
Un cordial saludo Don Antonio.