¿En qué se diferencian los criterios ESG (Environmental, Social and Governance) o ASG (Medioambiente, Social y Gobernanza) de la RSC y la Sostenibilidad? Cada usuario aplica esos nombres de acuerdo con sus preferencias, de modo que es muy difícil llegar a un acuerdo, entre otras razones porque se combinan con las preferencias de los evaluadores, agencias de rating y demás intermediarios. Pero me gustó el punto de vista repetido varias veces por Antonio Vives en su blog Cumpetere.
- Responsabilidad Social de la Empresa son acciones y estrategias. En concreto, las empresas desarrollan, si lo desean, su estrategia de RSE, consistente en un conjunto de acciones, o la integran en la estrategia general de la organización.
- Sostenibilidad son resultados de la implementación de las acciones y estrategias. Las políticas de la empresa son más o menos sostenibles de acuerdo con los resultados que se esperan de ellas o que se han producido gracias a ellas.
- ESG son tipos y criterios para evaluar los resultados de la implementación, que acaban en métricas que permiten medir, con más o menos precisión y fortuna, los resultados producidos por las acciones.
La Responsabilidad Social de la Empresa es, como ya he repetido muchas veces, la responsabilidad por los impactos que provocan las acciones y estrategias de la empresa en temas medioambientales, sociales o de gobernanza. La sostenibilidad, para la empresa, consiste en alcanzar la triple bottom line, económica, social y medioambiental. Y los criterios ESG serán etiquetas fácilmente identificables de los resultados conseguidos o esperados, de acuerdo con los estándares internacionales que se utilicen.
Pero, insisto, no hay acuerdo en todo esto. Lo importante no son los nombres, sino lo que hay detrás de ellos.
Es interesante notar cómo la falta de acuerdo en la terminología puede crear confusión y dificultades en la evaluación y comparación de diferentes empresas y organizaciones. Creo que es importante que las empresas comuniquen claramente cómo están abordando los aspectos ESG/ASG, la RSC y la sostenibilidad, y que haya un esfuerzo por estandarizar y definir estos términos de manera clara y consistente. De esta manera, los inversores y otros stakeholders podrán tomar decisiones informadas y comparar de manera significativa las prácticas empresariales.
Vuelvo a insistir en que si no se mide con invariantes no es posible comparar y ni siquiera medir correctamente. Y hay que empezar por lo justo que no es sumar o restar como si los números de la economía no fueran oscilantes, pues sabemos que lo son. Empezando por los sueldos directivos que deben medirse según la capacidad de decidir racionalmente ante riesgos y eso implica ecuaciones moneda-tiempo que son diferenciales y no continuas sino a saltos. Por ello según sean las desviaciones imprevistas de la producción y su rapidez en resolverlas los directivos ganarán más o menos. Y eso requiere invariantes cuadráticos como mínimo (véase mi artículo en el N° 75 de la revista (gratis) MP del IEFLP)