Leí hace poco que la gestión de los recursos humanos (GRH) fue, durante algún tiempo, desatendida por la ética, quizás porque se suponía que la GRH estaba enfocada plenamente a la rentabilidad y prosperidad del negocio. Puede que fuese así, pero el hecho es que cada día vemos con más claridad que la GRH no puede ser ajena a la ética. De modo que me puse a buscar qué principios éticos invocaban diversos autores para esta disciplina. Y encontré los siguientes:
Beneficencia. Haz el bien a todos (no solo el bien económico)
No maleficencia. No hagas mal a nadie
Justicia, equidad. Iguales derechos y oportunidades para todos. Distribuye de manera justa los beneficios y costes, los bienes y los daños, para todas las personas afectadas por tus decisiones.
Confidencialidad, respeto al derecho a la privacidad de las personas, confidencialidad de la información privada
Lealtad
No discriminación por razones de sexo, edad, color, lugar de origen, etc. (en contrataciones, promociones, pago, etc.).
Dignidad, respeto, consideración y cortesía
Protección de la integridad física y mental de los empleados
Proteccion de la autonomía de las personas
Cuidado. Muestra cuidado para todos los afectados por una decisión. Desarrolla las relaciones entre las personas afectadas. Muestra especial cuidado por las personas vulnerables o dependientes.
Legalidad. Cumple la letra y el espíritu de la ley y de las regulaciones
Honestidad, integridad, veracidad, buena fe, confianza.
Transparencia al ofrecer explicaciones que justifiquen tus decisiones.
Responsabilidad, rendición de cuentas
Proficiencia: mantener y desarrollar la competencia profesional de tu equipo.
Como responsable de un equipo de redacción en mi sitio web sobre el significado de los sueños, considero fundamental aplicar los principios éticos en la gestión de recursos humanos. Busco la beneficencia al enfocarme en el bienestar de mi equipo, no solo en la rentabilidad del negocio. Además, promuevo la justicia y la equidad, brindando igualdad de oportunidades y distribuyendo de manera justa los beneficios y costos. Respeto la confidencialidad y la privacidad de mis empleados, así como la no discriminación en todas las áreas. También me preocupo por la integridad física y mental de mis colaboradores, fomentando su autonomía y mostrando cuidado hacia todas las personas afectadas por mis decisiones. Cumplir con la legalidad, ser honesto y transparente, asumir la responsabilidad y fomentar la competencia profesional son valores esenciales en mi enfoque de gestión de recursos humanos.